Dirección y guión: Hirokazu Kore-eda.
País: Japón.
Año: 2008.
Duración: 108 min.
Género: Drama.
Interpretación: Hiroshi Abe (Ryota), Yui Natsukawa (Yukari), You (Chinami), Kazuya Takahashi (Nobuo), Shohei Tanaka (Atsushi), Hotaru Nomoto (Satsuki), Ryoga Hayashi (Mutsu).
Producción: Yoshihiro Kato e Hijiri Taguchi.
Música: Gontiti.
Fotografía: Yutaka Yamazaki.
Montaje: Hirokazu Kore-eda.
Diseño de producción: Toshihiro Isomi y Keiko Mitsumatsu.
Vestuario: Kazuko Kurosawa.
Estreno en Japón: 28 Junio 2008.
Estreno en España: 5 Junio 2009.
SINOPSIS
La película transcurre en un día de verano en el que unos hijos ya adultos visitan a sus ancianos padres, que han vivido durante décadas en la residencia familiar. El hijo y la hija vuelven, junto con sus respectivas familias, para una reunión inusual con el fin de conmemorar la trágica muerte del hijo mayor, que se ahogó por accidente quince años atrás. Aunque la casa y el menú de la madre apenas hayan variado con el paso de los años, se aprecian ligeros cambios en cada uno de los miembros de la familia. Se trata de la típica familia en la que el amor ha de convivir con resentimientos y secretos.
CRÍTICA
Como dice la sinopsis, se trata de una familia típica, con una historia típica de amor-odio familiar, choque generacional, sentimientos de culpa y secretos típicos. Tan típicos que parece una película occidental. Ni siquiera es destacable la manera de contar, tan agradable en otros directores japoneses, chinos o coreanos. No pasa nada, no hay nada nuevo y nada emociona. La película es larga y se hace aún más larga por lo lento que transcurre esa nada. Solo se anima un poco la última media hora más o menos, descontando también los 5 últimos minutos. Es decir que sobra más de una hora de metraje en total. Eso sí, sobresaliente para la encantadora abuela, el alma de la película con su deliciosa interpretación y su mala baba. Los profesionales de la crítica hablan maravillas de ella pero a mí la que me gustó de verdad fue "Nadie sabe" que además ganó el Premio al Mejor Actor en el Festival de Cannes 2004.
Otra más sobre la familia, un tema inagotable. Abordado en esta ocasión desde el estilo “cine de la mirada” que tanto prestigio como escaso éxito de público tiene.
ResponderEliminarConsiste el “cine de la mirada” en retratar la vida misma tal como es, sin apenas intervenir con recursos dramáticos en ella. Observarla nada más. “La soledad”, película española consagrada en los Goya del 2007, sería un buen ejemplo de esta descriptiva más que narrativa forma de hacer cine.
Lo siento, pero a mí me aburre mucho. Reconozco que Caminando está hecha con mimo y delicadeza formal, que discurre fluida y con gran naturalidad, lo que no es fácil, pero no me interesa nada lo que cuenta porque no cuenta ni transmite nada. No pido acción ni conflicto dramático tan siquiera, pero sí al menos poesía, una introspección psicológica o un retrato social.
Pues nada, ni eso. Los mínimos apuntes poéticos (las mariposas) o de construcción de personajes (la madre) que se permite Kore-eda y que tanto se agradecen cuando brotan, son inmediatamente reprimidos para volver al “buenos días, buenas tardes, ¿quieres más té?”
Contemplar una familia vulgar y corriente, idéntica a miles de familias occidentalizadas en una reunión vulgar y corriente, con unas relaciones tópicas, no sé qué interés pueda tener. Por esta razón no nos gustan las reuniones familiares, por repetitivas y convencionales. La maravilla del cine es que elimina los tiempos muertos de la realidad cotidiana, que no es aburrido. Para encontrarse con la vida misma no hace falta ir al cine. Los cineastas que van de artistas deben ofrecernos una mirada particular, no abrir un agujero en la pared con su cámara para que nosotros miremos a través de él.
Sobre la familia me permito recomendaros “Un cuento de Navidad”, una película francesa, estrenada hace poco, buen ejemplo de lo mejor y lo peor del cine francés (esto va en gustos). Excelente.