Año: 2009.
Duración: 129 min.
Género: Drama.
Interpretación: Ricardo Darín(Benjamín Espósito), Soledad Villamil (Irene Menéndez), Pablo Rago (Ricardo Morales), Javier Godino (Isidoro Gómez), Guillermo Francella (Sandoval).
Guión: Eduardo Sacheri y Juan José Campanella.
Basado en la novela: “La pregunta de sus ojos” de Eduardo Sacheri.
Producción: Gerardo Herrero, Mariela
Besuievsky y Juan José Campanella.
Música: Federico Jusid.
Fotografía: Félix Monti.
Montaje: Juan José Campanella.
Dirección artística: Marcelo Pont.
Vestuario:Cecilia Monti.
Distribuidora: Alta Classics.
Estreno en Argentina: 13 Agosto 2009.
Estreno en España: 25 Septiembre 2009.
ARGUMENTO:
Benjamín Espósito ha trabajado toda la vida como empleado en un Juzgado Penal. Ahora acaba de jubilarse, y para ocupar sus horas libres decide escribir una novela. No se propone imaginar una historia inventada. No la necesita. Dispone, en su propio pasado como funcionario judicial, de una historia real conmovedora y trágica de la que ha sido testigo privilegiado. Corre el año 1974, y a su juzgado se le encomienda la investigación sobre la violación y el asesinato de una mujer. Espósito asiste a la escena del crimen, es testigo del ultraje y la violencia sufrida por esa muchacha. Conoce a Ricardo Morales, quien se había casado con ella poco tiempo antes y la adora con toda su alma. Espósito intentará ayudarle a encontrar al culpable.
CRÍTICA SENTIMENTAL (Cova)
Hay que prestarle mucha atención a esta película, porque contiene muchas cosas: en ella hay amor, hay humor, hay historias, hay política... Y hay, sobre todo, unos personajes soberbios. Sin desmerecer a Ricardo Darín (Benjamín Expósito. ¡Hay que ver lo bien que le sienta la perilla a este hombre!) ni a Soledad Villamil (Irene. ¡Que ojos!) que están estupendos, no perdamos de vista a Guillermo Francella (Sandoval), el funcionario insignificante y borrachín que es quien da con la clave para localizar al asesino. Ni al juez, que tiene breves apariciones, pero una de ellas deliciosamente divertida, cuando echa la bronca a Expósito y a Sandoval. Tampoco perdamos de vista "el papelón" del viudo, Pablo Rago (Ricardo Morales), tan enamorado, tan en frágil equilibrio entre la locura y la sensatez. Y no hay que olvidarse del tipo, del asesino que finalmente tiene su castigo (pero, ¿A que precio?), y de su protector, el antagonista de Expósito.
Aunque quizás las auténticas protagonistas sean las miradas. (Cuenta la leyenda, que solo Paul Newman, tenía una mirada azul tan intensa y que decía tanto como la de Ricardo Darín en esta película). Miradas que dicen más que las palabras. Estas son el complemento de las primeras y el trabajo en equipo de ambas hace que la película te toque y te llegue muy adentro.
Para mi gusto, sobraría la secuencia final. Pero a Campanella le gustan los finales felices. Se le perdona de buen grado. A fin de cuentas, todos necesitamos un poco de felicidad y de esperanza. Es su película más completa. Mas redonda. Imperdible.
VEINTE AÑOS NO ES NADA por Vladimir Eisenstein
Corren malos tiempos para el cine sentimental. Descreídos, cínicos o resabiados, los espectadores de hoy día nos fingimos invulnerables o despreciativos ante la emoción en pantalla. Y en la oferta sólo encontramos películas sobre pasiones extremas negativas: celos, ambición o venganza. Hay excepciones, claro está, pero resulta difícil encontrar un “peliculón” al viejo estilo que refleje toda la amplia gama de palpitaciones que el corazón nos puede ofrecer. Falta humanidad.
No es el caso del cine argentino y, desde luego, menos el de Juan José Campanella que se lanza sin miedo a la piscina sentimental en toda su filmografía y que, en sus peores momentos, llega a ahogarnos con su ternurismo.
La secuencia con la que se abre “El secreto de sus ojos”, su última película, es toda una declaración de intenciones al respecto. Una pareja se despide en una estación. Él sube al tren que arranca y, desde la ventanilla, ve cómo ella sigue durante un trecho al lento vagón. Unen sus manos por un instante, apoyándolas sobre el cristal. El convoy acelera y la figura de ella en el andén, corriendo ya inútilmente, se va alejando. Sabemos que no saben cuándo podrán volverse a verse.
Hay que echarle valor para comenzar así, con semejante romanticismo y tan poderosa evocación del cine clásico. Pues Campanella sale triunfante de tamaño desafío, conmoviéndonos y dejándonos la sensación de que ha sabido tocarnos la fibra sensible con su relato.
Se vale para ello de un extraordinario guión en el que se entrecruzan un caso judicial pendiente y una historia de amor que nunca ardió, pero jamás llegó a apagarse. Dos enigmas por resolver. Esa es la trama principal, pero también hay una bella historia de amistad, otra de desolación y la crónica social de un momento cruel en el que en Argentina muchos asesinos gozaron de favor e impunidad. Y no faltan, no podían faltar, abundantes momentos de pura comedia.
Semejante guión, con situaciones muy variadas y personajes tan ricos, exige unos actores de amplia gama interpretativa. No hay problema, encabeza el reparto el inmenso Ricardo Darín, al que nunca hemos visto sobreactuar, pese a papeles que le empujaban a hacerlo, y le acompaña además un elenco de actores también brillantes.
El resultado es tan emotivo como un tango. Y no recurro al tópico fácil, porque es que viendo “El secreto de sus ojos” es inevitable recordar aquello que nos cantaba el gran Gardel: “Volver... con la frente marchita, las nieves del tiempo blanquearon mi sien... Sentir... que es un soplo la vida, que veinte años no es nada, que febril la mirada, errante en las sombras, te busca y te nombra”. O “Cambalache” o tantos otros…
Lástima que Campanella se empeñe siempre en darnos un voluntarioso mensaje de esperanza y remate su obra maestra con un final feliz no muy acertado. Pequeño borrón disculpable que en nada empequeñece su logro.
Salí del cine cargado de recuerdos: con esa frase, síntesis de la película, que le dice su bebedor amigo Sandoval al protagonista: “Un hombre puede cambiar de domicilio, de oficio, de nombre, pero lo que no puede cambiar es de pasión”. También con esa estremecedora escena en la que el marido de la víctima (excelente Pablo Rago) telefonea a la madre del posible asesino. Cuando esto ocurre, que una película se te queda grabada, que no la olvidas a la media hora, es que has visto cine, el resto es entretenimiento.
Plano secuencia de 5 minutos en "El Secretos de sus Ojos". La acción comienza con una toma aerea para luego culminar en una desenfrenada persecución debajo...
Bueno, esta la primera de la lista. Hay que verla porque desde luego todavia no he leido ni una critica mala y porque Darin es un actor como la coma de un pino, aunque quizas sea un poco pretencioso compararlo con la mirada de Paul. Este mismo fin de semana no perdono, tengo que ir a verla.
ResponderEliminarJajajajaja. Lo de Paul es una broma, nada más ;-)
ResponderEliminarTengo que confesar que yo a quien quería ver otra vez era a Ricardo, tan tierno él, tan humano, siempre tan sensible y atractivo...ay! Pero me encontré con un peliculón de esos que persisten en tu cabeza y en tu pecho durante muchas horas...Me encantó la interpretación de los personajes y la trama me mantuvo atenta y emocionada... Es difícil añadir algo más a la crítica de los blogeros Cova y Vladimir, lo han descrito de maravilla!
ResponderEliminartambién a mí me gustó la idea de la "pasión" que mueve nuestras vidas y ay de nosotros cuando la perdemos!!!!!!!!!!!! desde luego con estas pelis se renueva la pasión por el cine.
Gracias Petra por tus piropos. Esto aumenta también nuestras pasiónes (y nuestro ego, no veas.... jajaja)por seguir escribiendo y por el cine.
ResponderEliminarUna de las mejores películas del año, sin duda.
Pues yo tambien confieso, magistral.
ResponderEliminarMuy mucho recomendable o "peliculón", imposible decir nada nuevo a las criticas de nuestros queridos colaboradores Cova y Vladi, simplemente que hasta se perdona el final feliz.
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ResponderEliminarÉsta es la próxima; quién se la iba a perder con tantas alabanzas??!!
ResponderEliminarBueno, finalmente he podido verla y QUÉ GOZADA DE PELÍCULA!!
ResponderEliminarEstoy con Cova en que la participación del aparentemente anodino amigo funcionario borrachín es uno de los regalos de la película.
Lo mejor además de la peli, releer vuestras críticas después de verla. Sois muchos mejores que los de FOTOGRAMAS.
Olga, tienes todo pagado el día 21
ResponderEliminarvale, Cova!! jajaja!!
ResponderEliminarNo es por ser pelota, pero de verdad me encantan las críticas que escribís y disfruto mucho con leyéndolas. Seguid así.