Dirección y guión: Álex de la Iglesia.
Países: España y Francia.
Año: 2010.
Duración: 108 min.
Género: Comedia.
Interpretación: Carlos Areces (Javier), Carolina Bang (Natalia), Antonio de la Torre (Sergio), Manuel Tallafé (Ramiro), Fernando Guillén Cuervo (capitán miliciano),Enrique Villén (Andrés), Santiago Segura (padre del payaso tonto), Sancho Gracia (coronel Salcedo), Juan Luis Galiardo (Ring Master), Manuel Tejada (jefe de pista), Gracia Olayo (Sonsoles).
Dirección artística: Eduardo Hidalgo hijo
Vestuario: Paco Delgado.
Maquillaje: Blanca Sánchez, Javier Hernández, José Quetglás, Kenyar Padilla, Pedro Rodríguez
Producción: Gerado Herrero y Mariela Besuievsky.
Sonido: Carlos Schmukler, Sergio González
Música: Roque Baños.
Fotografía: Kiko de la Rica.
Efectos especiales: Reyes Abades
Montaje: Alejandro Lázaro.
Producción: Gerado Herrero y Mariela Besuievsky.
Diseño de producción: Eduardo Hidalgo.
Productora: Tornasol Films, Motion Investment Group, Castafiore Films, Televisión Española (TVE), Canal+ España, La Fabrique 2
Distribuidora: Warner Bros. Pictures International España.
Fecha de estreno: 17 Diciembre 2010.
No recomendada para menores de 16 años.
ARGÜMENTO
En tiempos de la Guerra Civil, un payaso, enrolado a la fuerza en el bando republicano, acaba condenado a trabajos forzados en el Valle de los Caidos. En la actualidad, su hijo, el payaso triste, acaba enfrentado al payaso tonto por el amor de la equilibrista.
¿Y TU DE QUÉ CIRCO ERES? Por Cova
A mi me gusta el mundo de Alex. Suelo ver sus películas porque encaja en uno de los tipos de cineastas que me van: cuenta lo que le da la gana, no se corta ni con un cristal y hace lo que hace, fundamentalmente porque le gusta y se lo pasa bien. Si a eso le unimos que tiene sentido del humor (negro, como el chocolate, mi favorito también), tenemos un completo. He de admitir que tiende a pasarse algún que otro pueblo, pues parece que le causa especial pavor la posibilidad de que el espectador se aburra. Eso no es un problema en películas como El día de la Bestia, Acción mutante o Crimen ferpecto, pero en esta Balada, donde establece un simpático paralelismo con su circo-parada de monstruotiranos y la sociedad franquista (pueden sustituir “franquista” por su estupidictadura favorita), la historia se queda un tanto perdida y desdibujada entre el exceso de acción y delirios habituales. Y es una pena que esa imagen grotesca de despotismos, y ridiculototalitarismos no quede más clara para todo el mundo, para que a todos se nos dejaran de pasar malas ideas y peligrosas tentaciones por la cabeza.Una pena la rigidez de Carlos Areces, compensada aquí con un escaso diálogo y un buen disfraz de payaso triste. Bravo para Antonio Torres, el payaso tonto y bien por Carolina Bang que está sencilla a la par que correcta. Para los demás actores, sobran las palabras, pues son suficientemente conocidos y apreciados.
CAÓTICO ALEX por Vladimir Eisenstein
“Balada triste de trompeta” tiene sus raíces en “Muertos de risa”, un largometraje que Alex dela Iglesia rodó en 1999, en el que dos cómicos mantenían una intensa relación de odio y en el que el contexto social ya estaba muy presente, pero la ambiciones artísticas de su última película son mucho mayores. En esta ocasión la acción abarca nuestra Historia contemporánea, desde la guerra civil al asesinato de Carrero, y establece un paralelo entre los dos bandos, el vencedor y el vencido, y dos payasos enfrentados por una mujer (¿España?). Uno la posee y maltrata (¿la derecha?) y otro la desea y quiere liberarla (¿la izquierda?).
El planteamiento es brillante y el comienzo en plena guerra civil es desgarrador y te deja noqueado por su fuerza visual. La capacidad de Alex para el esperpento más negro es magistral.La risa que te provoca lo grotesco de la situación se tuerce en un dolor de entrañas y el fatalismo de la amarga tragedia oscurece la pantalla. No habrá descanso a lo largo de toda la proyección.La humillación y la violencia estarán siempre presentes y los afanes de los otros artistas del circo por aportar algo de alegría acaban siempre en patético fracaso. Nada distraerá a los dos payasos de su brutal enfrentamiento. Muy oportunamente se ha recordado, a propósito de esta película, el cuadro de Goya de las pinturas negras titulado “Duelo a garrotazos”, en el que dos villanos enterradas las piernas hasta las rodillas, se arrean sin piedad.
Lo terrible de Alex de la Iglesia es su tendencia al exceso, su incapacidad para manejar los tiempos narrativos o modular las situaciones. Metido en faena no tiene freno, se entusiasma y acaba cayendo en el disparate o el alarde circense. Las secuencias trepidantes se alargan sin necesidad alguna, estirando la acción, y te acabas alejando de lo que te está contando, aturdido como estás por un bombardeo de imágenes. La estructura del guión se acaba resintiendo y la intención inicial se diluye. El combate inicial o el atentado contra Carrero acaban resultando dos números más entre otros igualmente violentos. Mareo. Suele ocurrirle. No sabemos si en esta ocasión agravado por la ausencia de su guionista habitual Jorge Guerricaechevarría.
Nos deja pues una amarga sensación de gran película frustrada. Da coraje ver tan gran talento desparramado sin cauce. E incluso la moraleja final nos deja un sabor agridulce, pues, aunque la confusión no deja muy explícito el mensaje, da toda la impresión de que Alex llega a la amargaconclusión de que esto no tiene remedio, atrapada nuestra nación entre una derecha brutal y una izquierda vengativa, enloquecidas ambas y entre cuyos garrotazos la que acaba muerta es la pobre trapecista. La ferocidad, hoy afortunadamente verbal, de la derecha está fuera de toda duda, pero ver en la izquierda española, no ya la de ahora, sino la de Carrillo, un insensato afán vengativo, está más en la línea de las alucinaciones de Intereconomía que de la realidad.
Ya tengo ganas de verla ya.
ResponderEliminarBueno pues ya la he visto.
ResponderEliminarEl comienzo es sublime, como dice Vladimir. Se ponen los pelos de punta. La idea genial. Pero estoy totalmente de acuerdo con Cova en que sobra acción y violencia. Aunque por otro lado creo que es premeditada, y al fin y al cabo es una espiral sin limite y una alegoria de la guerra civil. Esta llena de simbolismo.
Yo si creo que es una gran pelicula, excesiva eso si, como es Alex. Creo que la unica objeción es que hay algun momento que sobra entre tanto exceso, pero en general es un retrato grotesco de una realidad vivida y que tenemos que empezar a reconocer.
Muchas gracias por tus elogios al blog.
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