Dirección: Gus Van Sant.
Países: USA y Francia.
Año: 2007.
Duración: 85 min.
Género: Drama.
Interpretación: Gabe Nevins (Alex), Dan Liu (detective Richard Lu), Jake Miller (Jared), Taylor Momsen (Jennifer), Lauren McKinney (Macy), Olivier Garnier (Cal), Scott Green (Scratch), Winfield Henry Jackson (Christian), Dillon Hines (Henry), Brad Peterson (Jolt).
Guión: Gus Van Sant; basado en la novela de Blake Nelson.
Producción: Marin Karmitz, Nathanaël Karmitz, Neil Kopp y David Cress.
Fotografía: Christopher Doyle y Rain Kathy Li.
Montaje: Gus Van Sant.
Dirección artística: John Pearson-Denning.
Vestuario: Chapin Simpson.
Estreno en USA: 7 Marzo 2008.
Estreno en España: 10 Julio 2009.
Países: USA y Francia.
Año: 2007.
Duración: 85 min.
Género: Drama.
Interpretación: Gabe Nevins (Alex), Dan Liu (detective Richard Lu), Jake Miller (Jared), Taylor Momsen (Jennifer), Lauren McKinney (Macy), Olivier Garnier (Cal), Scott Green (Scratch), Winfield Henry Jackson (Christian), Dillon Hines (Henry), Brad Peterson (Jolt).
Guión: Gus Van Sant; basado en la novela de Blake Nelson.
Producción: Marin Karmitz, Nathanaël Karmitz, Neil Kopp y David Cress.
Fotografía: Christopher Doyle y Rain Kathy Li.
Montaje: Gus Van Sant.
Dirección artística: John Pearson-Denning.
Vestuario: Chapin Simpson.
Estreno en USA: 7 Marzo 2008.
Estreno en España: 10 Julio 2009.
SINOPSIS
Alex (Gabe Nevins) es un adolescente aficionado al monopatín que mata accidentalmente a un guardia de seguridad en los alrededores de Paranoid Park, un parque público conflictivo de Portland. Sin embargo, Alex decide no comentar nada a nadie.
CRITICA
Aunque puede parecer un thriller, no lo es. Aunque algunos críticos opinan que es un "relato de culpa a lo Dostoievski" a mi me parece más una mirada diferente sobre la adolescencia y el caos mental que impera en ella. No hay mucho diálogo y el que hay es breve, cotidiano. La historia se cuenta a través de la imagen y la banda sonora, muy bien elegida para cada secuencia y que subraya la visión (a veces irónica) del director. Hay una secuencia, cuando Alex (Gabe Nevins) rompe con su novia, digna del cine mudo: música, la cara de la chica, que habla pero el espectador no la oye. Lástima que el protagonista se quede algo pavisoso en su interpretación: Lo del casting a través de MySpace pasa factura. Las secuencias en formato Super 8 a mí no me han aportado nada salvo la sensación de estar ante un video-clip. ¿Que más puedo decir? A mi me ha gustado, pero a mi acompañante, no.
Van Sant es uno de esos directores que comenzaron como indies para luego afrontar producciones comerciales y, una vez consolidados, volver a los orígenes. Nada que objetar, aunque yo prefiero trayectorias más radicales como la de mi admirado Todd Solonz. En “Paranoid Park” Van Sant regresa a sus esencias. Yo no aprecio, pese a su intento, originalidad en esta película. Intercala videoclips que nada aportan al relato.
ResponderEliminarJuega con distintos negativos sin que se entienda por qué. La banda sonora no juega el papel tradicional subordinado, sino que mete canciones casi enteras en primer plano para ilustrar el momento, tal como encontramos en muchas series televisivas americanas de serie B. Un recurso fácil y manido.
Su error básico es no respetar la historia que está contando y alardear de una realización “moderna”, quizás para acercarse a los adolescentes, que fluye en paralelo y sin comunicación con lo que narra.
Como remate el supuesto conflicto moral y la culpa como tema central brillan por su ausencia. La conclusión que uno se lleva a casa es que ese chico estaba preocupado por el lío en que se había metido, pero nada más. Amoral, por completo, le importa un carajo lo sucedido. Es probable que la no interpretación del “actor” debutante Gave Nevins también contribuya a tan decepcionante resultado.
Hombre, Vladimir, me parece que comparar las estupendas películas Happiness o Palíndromos con esta es odioso. Es como comparar un mercedes con un seiscientos. Estoy de acuerdo en que puede ser una película para captar adolescentes. Y si. A mi también me parece que el chico está más preocupado por sí mismo que por haber matado al guarda. Pero así es precisamente la adolescencia: caótica y egocéntrica. ¡Ay! ¡Qué recuerdos!
ResponderEliminarLa diferencia es que, mientras para ti la película retrata bien la adolescencia caótica y egocéntrica, para mí la película es caótica y su director un egocéntrico. No es lo mismo. Distintas percepciones y el equivocado puedo ser yo.
ResponderEliminarEn cuanto a la amoralidad del protagonista no sólo no me molesta, sino que me parece un enfoque mucho más rico que si el chaval se sintiese culpabilísimo. Pero esa ambigüedad del protagonista está mal contada e incluso me da la impresión de que es inintencionada y mero resultado de una mala interpretación y una mala dirección. Al menos Van Sant insiste en que su peli trata de la culpa no de la amoralidad. Claro que, a lo mejor, quiere decir que trata de cómo se vive de contradictoriamente la culpa a esa edad. Seré bien pensado.