NADER Y SIMIN: UNA SEPARACIÓN (Asghar Farhadi)

FICHA TÉCNICA

Título original: "Jodaeiye Nader az Simin"
Dirección: Asghar Farhadi

Guión: Asghar Farhadi
Fotografía:Mahmoud Kalari
Música: Sattar Oraki
Intérpretes: Sareh Bayat, Sarina Farhadi, Leila Hatami, Kimia Hosseini, Shahab Hosseini, Babak Karimi, Peyman Moadi, Ali-Asghar Shahbazi, Shirin Yazdanbakhsh.
Duración: 123 mtos.

SINOPSIS:

El matrimonio formado por Simin y Nader ha decidido abandonar Irán y buscar un futuro mejor para su hija Termeh lejos de su país. Sin embargo, en el último momento, él se echa atrás debido a que a su padre le han diagnosticado Alzheimer y no quiere abandonarlo. Ella pide entonces el divorcio y se muda a vivir con sus padres. Él, que se ha quedado con la niña, decide contratar a una mujer que le ayude a cuidar a su padre. Su nueva asistenta traerá unas cuantas sorpresas inesperadas y desagradables para la vida de Nader.

C R Í T I C A por Vladimir Eisenstein

LUCHANDO SIN ILUSIONES

El realismo es una vieja asignatura pendiente del cine español. Nos cuesta horrores ser naturales, verosímiles. El esperpento es lo nuestro, sin duda, y aunque nos empeñamos tozudamente en hacer costumbrismo, nos acabamos deslizando sin freno hacia la caricatura la mayoría de las veces. Una incapacidad de mirarnos al espejo. Se agradece por tanto recibir de Irán una película como “Nader y Simin: una separación” que nos da una lección de cómo abordar este género.

Fundamental un buen reparto y una buena dirección de actores. No por casualidad el Festival de Berlín premió en bloque a los intérpretes masculinos y a los femeninos de esta película. Con gesto tan desacostumbrado, se quiso remarcar la pasmosa naturalidad con que se desenvuelve todo el elenco y lo bien elegido que está. Y es que todo respira verdad en esta excelente película que consigue un acabado retrato social.

Un joven matrimonio de clase media, aparentemente agnóstico, afronta un desagradable, pero civilizado divorcio. El conflicto familiar, sin embargo, se complicará extraordinariamente al enredarse con una enojosa denuncia judicial de otra pareja de clase baja muy religiosa. Pero tranquilos, de ninguna manera “Nader y Simin” es una previsible película de denuncia. No se aborda la intolerancia religiosa ni la ausencia de libertades en Irán. En rigor es un argumento que podría transplantarse sin apenas cambios a nuestro país. Esto la engrandece, la hace más sincera si cabe. Los conflictos de clase y la miseria entendida en sentido amplio, no sólo material, cargan la atmósfera del relato. Y es ese reflejo de la falta de expectativas y la gris realidad que vive la sociedad iraní, una denuncia posiblemente más contundente que cualquier otra que nos hubiese mostrado los aspectos represivos del régimen de los ayatollahs.

La película se cierra con un sentimiento de honda frustración para todos sus protagonistas. Unas personas que no es que hayan visto rotas sus ilusiones, sino que carecen de ellas, y que sólo se empeñan en seguir viviendo lo mejor posible en un entorno hostil, sobre todo las dos esposas, que son las que manifiestan un mayor coraje, cada una a su opuesta manera, una decidida a huir, la otra aferrándose como un animal a la supervivencia. Soberbia película, una de las más grandes de esta temporada.

T R A I L E R