viernes, 30 de octubre de 2009

PROGRAMACIÓN NOVIEMBRE FILMOTECA DE VALDEMORO

http://www.valdemoro.es/contenidos/cpcontent.asp?contentid=23189&nodeid=21043


  • Jueves, 5 de noviembre

"EL SECRETO DE SUS OJOS"

Sesiones: 19:30 y 22:00

Socios: 3,50 euros

No socios: 4,95 euros

Lugar: RESTÓN CINEMA. Avenida del Mar Mediterráneo, 3

  • Jueves, 12 de noviembre

"AGORA"

Sesiones: 19:30 y 22:00

Socios: 3,50 euros

No socios: 4,95 euros

Lugar: RESTÓN CINEMA. Avenida del Mar Mediterráneo, 3

  • Jueves, 19 de noviembre

"FROZEN RIVER (VOSE INGLES)"

Sesiones: 19:30 y 22:00

Socios: 3,50 euros

No socios: 4,95 euros

Lugar: RESTÓN CINEMA. Avenida del Mar Mediterráneo, 3

  • Jueves, 26 de noviembre

"UN NOVIO PARA MI MUJER"

Sesiones: 19:30 y 22:00

Socios: 3,50 euros

No socios: 4,95 euros

Lugar: RESTÓN CINEMA. Avenida del Mar Mediterráneo, 3


jueves, 29 de octubre de 2009

500 DIAS JUNTOS


Título original: (500) days of Summer.
Dirección: Marc Webb.
País: USA.
Año: 2009.
Duración: 95 min.
Género: Comedia dramática, romance.
Interpretación: Zooey Deschanel (Summer Finn), Joseph Gordon-Levitt(Tom Hansen), Clark Gregg (Vance), Matthew Gray Gubler (Paul), Rachel Boston (Alison), Geoffrey Arend (McKenzie), Chloë Grace Moretz (Rachel Hansen), Minka Kelly (chica de la entrevista), Patricia Belcher (Millie).
Guión: Scott Neustadter y Michael H. Weber.
Producción: Mark Waters, Jessica Tuchinsky, Mason Novick
y Steven J. Wolfe.
Música: Mychael Danna y Rob Simonsen.
Fotografía: Eric Steelberg.
Montaje: Alan Edward Bell.
Diseño de producción: Laura Fox.
Vestuario:Hope Hanafin.
Distribuidora: Hispano Foxfilm.
Estreno en USA: 17 Julio 2009.
Estreno en España: 23 Octubre 2009.


ARGUMENTO

Tom aún sigue creyendo, incluso en este cínico mundo moderno, en la noción de un amor transformador, predestinado por el cosmos y que golpea como un rayo sólo una vez. Summer no cree lo mismo, para nada. La mecha se enciende desde el primer día, cuando Tom, un arquitecto en ciernes convertido en un sensiblero escritor de tarjetas de felicitación, se encuentra con Summer, la bella y fresca nueva secretaria de su jefe. Aunque aparentemente está fuera de su alcance, Tom pronto descubre que tienen un montón de cosas en común. La historia de Tom y Summer cubre desde el enamoramiento, las citas y el sexo hasta la separación, las recriminaciones y la redención, todo lo cual se suma al caleidoscópico retrato del por qué y el cómo seguimos esforzándonos de modo tan risible y rastrero para encontrar sentido al amor… y esperar convertirlo en realidad.


PRÍNCIPE AZUL, PRINCESA ROSA por Vladimir Eisenstein

¿Existe tu media naranja, esa chica con la que te encontrarás algún día y nada más verla sabrás que es ella?
Este es el candente tema que plantea “500 Días Juntos”, vulgar traducción de “500 Days of Summer” (Summer es el nombre de la protagonista y también verano y no por casualidad).
La “osadía” del planteamiento radica en que invierte los papeles tradicionales: el romanticón es el chico y la que no quiere compromiso es la chica. En los años 50 esto habría resultado provocador, hoy no provoca nada más que una agradable sonrisa.
Se supone que esta es una película indie. ¡Para lo que hemos quedado! Ahora resulta que indie sólo significa que no haya grandes actores y que el presupuesto no sea astronómico. Que digan barata o modesta y nos entenderemos todos, porque el cine indie era aquel cine que por su innovación formal o su temática crítica rechazaban las grandes productoras. Y no es este el caso de “500 Días Juntos”, una obra tan convencional y apta para todos los públicos que podemos asegurar que será una excelente tarjeta de presentación para que su debutante director, Marc Webb, sea bien recibido en los grandes despachos.
Convencional, sí, pero como ni la convencionalidad ni la heterodoxia son índice de calidad, hay que subrayar que “500 Días Juntos” es una buena película que tiene el gran mérito de ofrecer cine inteligente y sensible para los muy jóvenes, que tan infravalorados son, visto el fast food cinematográfico que se les ofrece de superhéroes del cómic, supersalidos de instituto o asombrosos efectos especiales.
El reparto es todo un acierto, comenzando por los dos protagonistas que con su ambigua e incluso elegante interpretación, como debe ser en toda comedia romántica que se precie, aportan matices a unos personajes que podrían ser demasiado bobalicón, él, y demasiado fría, ella.

Seguimos, pues, con agrado la peripecia del enamorado Tom hasta que llega a comprender que las princesas azules no existen, que, como dice el director: “Summer no es sólo una chica. Es un suceso”. Uno no puede evitar pensar que para su edad ya debería haberlo sabido y que semejantes inquietudes son más propias de la adolescencia. Tampoco se puede ignorar, por otra parte, que los gustos musicales de los protagonistas parece que son más los de los autores que los de unos chicos de apenas 20 años, puesto que , por ejemplo, cuando tocaban The Smiths ni siquiera habían nacido y menos cuando tocaba Ringo Starr.
¡Vaya no hago más que poner reparos, habiendo disfrutado! Y eso no es justo, no es una película que se merezca sacar los colmillos. Es sencilla, amable, deliciosa y encantadora. Podría tener más ingenio, más originalidad, es cierto, pero tiene sus leves gotitas de ironía y humor, detalles de buen gusto, amor a la vida, y a la gente corriente. No se deben pedir peras al olmo. No se debe exigir a una película más que lo que pretende. Y “500 Días Juntos” no es ambiciosa, no pretende más de lo que ofrece y lo que pretende lo consigue sin ninguna duda y sin cursilería.
Disfrutaréis y saldréis del cine con una sonrisa, buen ánimo y la sensación de haber pasado un buen rato, porque hacer una película sencilla y encantadora puede parecer fácil y no lo es. No hay que confundir un película sencilla con una película simple, para la sencillez se requiere delicadeza y amor por los personajes y la historia. Y aquí la hay y se agradece.

“Es una historia de chico conoce chica, pero no es una historia de amor”, nos avisa el narrador al comienzo. No es muy cierto, el chico no logra conoce r a la chica y sí es una historia de amor, amor de verano, tras el que viene el otoño y una madurez sin princesas. Ahí está para que la disfrutéis, la madurez y la película.


viernes, 23 de octubre de 2009

SI LA COSA FUNCIONA


Título original: Whatever works.
Dirección y guión: Woody Allen.
Países:USA y Francia. Año: 2009.
Duración: 92 min.
Género: Comedia.
Interpretación: Larry David (Boris), Evan Rachel Wood (Melody), Ed Begley Jr. (John), Patricia Clarkson (Marietta), Conleth Hill (Leo Brockman), Michael McKean (Joe), Henry Cavill (Randy James), John Gallagher Jr. (Perry), Jessica Hecht (Helena), Carolyn McCormick (Jessica), Christopher Evan Welch (Howard).
Producción: Letty Aronson y Stephen Tenenbaum.
Fotografía: Harris Savides.
Montaje: Alisa Lepselter.
Diseño de producción: Santo Loquasto.
Vestuario: Suzy Benzinger.
Distribuidora: Tri Pictures.
Estreno en USA: 19 Junio 2009.
Estreno en España: 2 Octubre 2009.

SINOPSIS

Boris Yellnikoff es un extraño misántropo de Manhattan (Larry David) conoce a una ingenua e impresionable joven del sur (Evan Rachel Wood) que se va de su casa para vivir en Nueva York. Cuando sus estrictos padres (Patricia Clarkson y Ed Begley Jr.) viajan a la Gran Manzana para llevarla de vuelta a casa, se verán inmersos en sorprendentes y confusas situaciones románticas, descubriendo que encontrar el amor depende en gran parte de la casualidad y de la suerte.



CRÍTICA PARA INCONDICIONALES (Por Cova)

Hola. Soy Cova y soy Woodyadicta. No he visto todas sus películas pero todas las que he visto me han gustado, excepto una o dos, como "Celebrity" que me pareció flojilla, o "Vicky, Cristina, Barcelona", que llegó a cabrearme y a preocuparme: Pobre Woody, ¿Se estará haciendo mayor? ¿Estará empezando a decaer su talento? Afortunadamente, sólo era el resultado lógico de una película hecha por encargo (dicen las malas lenguas que destacados prohombres llegaron a ponerse de rodillas para pedirle que la hiciera) y por dinero.

Después de comer en un restaurante en el que me he sentido como una niña a la que hubieran dejado encerrada en una tienda de golosinas, he ido a ver esta película y de nuevo he salido del cine, como diría una princesa, encantada no, encantadisima ¿Como se las arregla este señor para que, sus eternas obsesiones, sexo, miedo a la muerte, religión, parezcan temas nuevos y originales? ¿Como se le ocurren esos guiones tan brillantes y divertidos? Esta nueva vuelta de tuerca es tan disparatada como "Todos dicen I love You" o "Desmontando a Harry" por poner algún ejemplo.

Su protagonista femenina evoca ligéramente, a la cándida Mira Sorvino en "Poderosa Afrodita". Pero la cinta también es aún más sutil, más ácida que sus otras comedias y tan madura como "Match Point". Sólo por criticar algo, quizá su protagonista masculino-alter ego es un poco histriónico y la chica no convence del todo y eso es un defectillo notable teniendo en cuenta que siempre consiguió que actrices y actores más bien mediocres pasaran por buenos (no diré nombres para no hacer publicidad) interpretando a personajes que les iban como anillo al dedo.



NUNCA DEBIÓ SALIR DE MANHATTAN por Vladimir Eisenstein

En su aventura europea Woody Allen ha rodado películas excelentes (Macht Point) y deleznables (Vicky Cristina), pero, más allá de su calidad, ninguna de ellas contenía su mundo, ninguna era una característica woody comedia. Sus admiradores agradecemos, por tanto, que con “Si la cosa funciona” haya regresado a Nueva York, a sus liberales personajes, a sus disquisiciones filosófico-humorísticas y a su estudio de las relaciones amorosas, a su universo particular, en suma.

Un misántropo protagoniza el film, un viejo cascarrabias que se cree superior, desconoce la amabilidad y no para de verter cáusticos comentarios e inflamados discursos contra tirios y troyanos. Una perrita vagabunda, una joven sureña, inculta y sin malicia, alegre e inocente, se cruzará en su vida para poner el contrapunto y romperle los esquemas. Aparecerán, en busca de la muchachita, primero su madre y luego su padre, que sufrirán al contacto con la gran ciudad una renovadora transformación. De fondo, los amigos del insufrible protagonista. Todos estos personajes se entrecruzan y con sus respectivos finales felices nos regalan un panorama esperanzador y optimista, un canto libertario a la vida del setentón Allen. Su mensaje es “no te compliques la vida con prejuicios, si la cosa funciona, adelante, y a vivir que son dos días”. Gracias, Woody, sale uno de la sala de proyección contento y animoso.

Ha rescatado para este film un guión escrito hace treinta años. Sus diálogos son prodigiosos, un alarde de ingenio y humor. Dan ganas de acudir a verla con una grabadora para poder recordar luego algunas sentencias o réplicas memorables que si no se te olvidan tras el “the end”.

Tengo algunos reparos con el argumento que me parece poco elaborado, le faltan situaciones de enredo con las que hubiera ganado en comicidad y ritmo. Tampoco me acaba de convencer el reparto. Allen escribió la historia para Zero Mostel y su fallecimiento provocó la cancelación del proyecto. Su personaje (Boris Yellnikoff) tiene un protagonismo absoluto, es un papel de lucimiento para un actor concreto, ese guión estaba escrito para él. Se hace cargo aquí Larry David, que se desenvuelve con soltura, pero, como en otras películas en que Woody ha entregado la interpretación de su alter ego a otros actores, no puedo evitar imaginar al mismo Woody haciéndolo y lo echo de menos. Aunque también debo decir que en la interpretación del resto de actores de esta película también me falta carácter o matices. Es como si Allen estuviera indolente en su selección y dirección de actores, algo que en Vicky Cristina rayaba el pasotismo.

“Si la cosa funciona” no es, por tanto, una de las obras maestras del neoyorquino, pero decir esto no la minimiza. Mis objeciones son menores y hablo de una gran película, pocas te harán sonreír como ella y te harán sentirte tan confortado. Sí, hemos vuelto al Manhattan de Woody, esa isla urbana por cuyas calles deambulan entrañables descreídos. Si él la ha visto, seguro que existe.

martes, 20 de octubre de 2009

EL SECRETO DE SUS OJOS




Dirección: Juan José Campanella. Países: Argentina y España.
Año: 2009.
Duración: 129 min.
Género: Drama.
Interpretación: Ricardo Darín(Benjamín Espósito), Soledad Villamil (Irene Menéndez), Pablo Rago (Ricardo Morales), Javier Godino (Isidoro Gómez), Guillermo Francella (Sandoval).
Guión: Eduardo Sacheri y Juan José Campanella.
Basado en la novela: “La pregunta de sus ojos” de Eduardo Sacheri.
Producción: Gerardo Herrero, Mariela
Besuievsky y Juan José Campanella.
Música: Federico Jusid.
Fotografía: Félix Monti.
Montaje: Juan José Campanella.
Dirección artística: Marcelo Pont.
Vestuario:Cecilia Monti.
Distribuidora: Alta Classics.
Estreno en Argentina: 13 Agosto 2009.
Estreno en España: 25 Septiembre 2009.

ARGUMENTO:

Benjamín Espósito ha trabajado toda la vida como empleado en un Juzgado Penal. Ahora acaba de jubilarse, y para ocupar sus horas libres decide escribir una novela. No se propone imaginar una historia inventada. No la necesita. Dispone, en su propio pasado como funcionario judicial, de una historia real conmovedora y trágica de la que ha sido testigo privilegiado. Corre el año 1974, y a su juzgado se le encomienda la investigación sobre la violación y el asesinato de una mujer. Espósito asiste a la escena del crimen, es testigo del ultraje y la violencia sufrida por esa muchacha. Conoce a Ricardo Morales, quien se había casado con ella poco tiempo antes y la adora con toda su alma. Espósito intentará ayudarle a encontrar al culpable.



CRÍTICA SENTIMENTAL (Cova)

Hay que prestarle mucha atención a esta película, porque contiene muchas cosas: en ella hay amor, hay humor, hay historias, hay política... Y hay, sobre todo, unos personajes soberbios. Sin desmerecer a Ricardo Darín (Benjamín Expósito. ¡Hay que ver lo bien que le sienta la perilla a este hombre!) ni a Soledad Villamil (Irene. ¡Que ojos!) que están estupendos, no perdamos de vista a Guillermo Francella (Sandoval), el funcionario insignificante y borrachín que es quien da con la clave para localizar al asesino. Ni al juez, que tiene breves apariciones, pero una de ellas deliciosamente divertida, cuando echa la bronca a Expósito y a Sandoval. Tampoco perdamos de vista "el papelón" del viudo, Pablo Rago (Ricardo Morales), tan enamorado, tan en frágil equilibrio entre la locura y la sensatez. Y no hay que olvidarse del tipo, del asesino que finalmente tiene su castigo (pero, ¿A que precio?), y de su protector, el antagonista de Expósito.
Aunque quizás las auténticas protagonistas sean las miradas. (Cuenta la leyenda, que solo Paul Newman, tenía una mirada azul tan intensa y que decía tanto como la de Ricardo Darín en esta película). Miradas que dicen más que las palabras. Estas son el complemento de las primeras y el trabajo en equipo de ambas hace que la película te toque y te llegue muy adentro.
Para mi gusto, sobraría la secuencia final. Pero a Campanella le gustan los finales felices. Se le perdona de buen grado. A fin de cuentas, todos necesitamos un poco de felicidad y de esperanza. Es su película más completa. Mas redonda. Imperdible.




VEINTE AÑOS NO ES NADA por Vladimir Eisenstein


Corren malos tiempos para el cine sentimental. Descreídos, cínicos o resabiados, los espectadores de hoy día nos fingimos invulnerables o despreciativos ante la emoción en pantalla. Y en la oferta sólo encontramos películas sobre pasiones extremas negativas: celos, ambición o venganza. Hay excepciones, claro está, pero resulta difícil encontrar un “peliculón” al viejo estilo que refleje toda la amplia gama de palpitaciones que el corazón nos puede ofrecer. Falta humanidad.
No es el caso del cine argentino y, desde luego, menos el de Juan José Campanella que se lanza sin miedo a la piscina sentimental en toda su filmografía y que, en sus peores momentos, llega a ahogarnos con su ternurismo.
La secuencia con la que se abre “El secreto de sus ojos”, su última película, es toda una declaración de intenciones al respecto. Una pareja se despide en una estación. Él sube al tren que arranca y, desde la ventanilla, ve cómo ella sigue durante un trecho al lento vagón. Unen sus manos por un instante, apoyándolas sobre el cristal. El convoy acelera y la figura de ella en el andén, corriendo ya inútilmente, se va alejando. Sabemos que no saben cuándo podrán volverse a verse.
Hay que echarle valor para comenzar así, con semejante romanticismo y tan poderosa evocación del cine clásico. Pues Campanella sale triunfante de tamaño desafío, conmoviéndonos y dejándonos la sensación de que ha sabido tocarnos la fibra sensible con su relato.
Se vale para ello de un extraordinario guión en el que se entrecruzan un caso judicial pendiente y una historia de amor que nunca ardió, pero jamás llegó a apagarse. Dos enigmas por resolver. Esa es la trama principal, pero también hay una bella historia de amistad, otra de desolación y la crónica social de un momento cruel en el que en Argentina muchos asesinos gozaron de favor e impunidad. Y no faltan, no podían faltar, abundantes momentos de pura comedia.
Semejante guión, con situaciones muy variadas y personajes tan ricos, exige unos actores de amplia gama interpretativa. No hay problema, encabeza el reparto el inmenso Ricardo Darín, al que nunca hemos visto sobreactuar, pese a papeles que le empujaban a hacerlo, y le acompaña además un elenco de actores también brillantes.
El resultado es tan emotivo como un tango. Y no recurro al tópico fácil, porque es que viendo “El secreto de sus ojos” es inevitable recordar aquello que nos cantaba el gran Gardel: “Volver... con la frente marchita, las nieves del tiempo blanquearon mi sien... Sentir... que es un soplo la vida, que veinte años no es nada, que febril la mirada, errante en las sombras, te busca y te nombra”. O “Cambalache” o tantos otros…
Lástima que Campanella se empeñe siempre en darnos un voluntarioso mensaje de esperanza y remate su obra maestra con un final feliz no muy acertado. Pequeño borrón disculpable que en nada empequeñece su logro.
Salí del cine cargado de recuerdos: con esa frase, síntesis de la película, que le dice su bebedor amigo Sandoval al protagonista: “Un hombre puede cambiar de domicilio, de oficio, de nombre, pero lo que no puede cambiar es de pasión”. También con esa estremecedora escena en la que el marido de la víctima (excelente Pablo Rago) telefonea a la madre del posible asesino. Cuando esto ocurre, que una película se te queda grabada, que no la olvidas a la media hora, es que has visto cine, el resto es entretenimiento.









Plano secuencia de 5 minutos en "El Secretos de sus Ojos". La acción comienza con una toma aerea para luego culminar en una desenfrenada persecución debajo...

miércoles, 7 de octubre de 2009

V Festival internacional Cinematográfico El Ojo Cojo

El Festival Cinematográfico Internacional El ojo cojo nació con el objetivo de promover el diálogo intercultural y la integración de los grupos desfavorecidos, difundiendo obras cinematográficas de calidad que difícilmente llegan a España. Pero fundamentalmente sensibilizando respecto a diversas facetas de la realidad, procurando no caer en clichés. De esta forma, poco a poco el Festival se propone servir de ámbito para encuentros y discusiones de proyectos de interés.




lunes, 5 de octubre de 2009

Lecciones de cine - Tema 1

Claudia McClure nos explica:

El tiempo (Orden y frecuencia)




El tiempo (Duración)



Configuraciones de cámara

sábado, 3 de octubre de 2009

Encuentros en la tercera fase


TITULO ORIGINAL Close Encounters of the Third Kind
AÑO 1977
DURACION 132min
PAIS Estados Unidos
DIRECTOR Steven Spielberg
GUION Steven Spielberg
MUSICA John Williams
FOTOGRAFIA Vilmos Zsigmond
REPARTO Richard Dreyfuss, Teri Garr, Melinda Dillon, François Truffaut
Cary Guffey, Bob Balaban, J. Patrick McNamara, Shawn Bishop,
Lance Henriksen
PREMIOS Y 1977: 1 Oscar: mejor fotografía. 8 nominaciones: director, actriz
NOMINACIONES secundaria (Melinda Dillon), decoración, sonido, música original,
fotografía, montaje, efectos visuales
GENERO Ciencia-Ficción. Fantástico. Extraterrestres

SINOPSIS
Una noche, Roy Neary (Richard Dreyfuss), presencia unos mistoriosos objetos voladores en el cielo, cerca de su casa en Indiana. Neary, obsesionado por comprender lo que ha experimentado, se distancia de su esposa (Teri Garr), quien ve con estupor cómo se derrumba el matrimonio. Neary encuentra apoyo en Jillian Guiler (Melinda Dillon), que también fue testigo de esos encuentro nocturnos. Juntos, buscan una respuesta a ese misterio que les ha cambiado la vida. Al mismo tiempo, un numeroso grupo de científicos internacionales, bajo la dirección de Claude Lacombe (François Truffaut), comienza a investigar también dichas apariciones de OVNIS, junto con otros extraños sucesos que están sucedido por todo el mundo. (FILMAFFINITY).

CRÍTICA PERSONAL
Decidí ver esta película por ser un clásico de la ciencia ficción, no me extraña que la gente la recuerde, ya que sus efectos especiales son magníficos para el año en que se hizo. El argumento no está mal aunque en algunos momentos se me hizo un poco pesada.