viernes, 27 de noviembre de 2009

REGLAS DE ORO PARA HACER CINE. Por Jim Jarmusch

Jim Jarmusch (n. Akron, Ohio, Estados Unidos, 22 de enero de 1953) es un director y guionista estadounidense de cine independiente. Algunas de sus películas: Dead Man, 1995. Year of the Horse, 1997. Ghost Dog: The Way of the Samurai, 1999. Coffee & Cigarettes, 2003 . Broken Flowers, 2005


REGLA No. 1: No hay reglas. Hay tantas maneras de hacer una película como cineastas potenciales. Es una forma abierta. Como sea, yo personalmente no sería capaz de decirle a nadie qué hacer o cómo hacer algo. Para mí es como decirle a alguien cuáles deberían ser sus creencias religiosas. A la mierda. Eso va en contra de mi filosofía personal - esto es más un código que una serie de reglas. Por lo tanto, olvídate de las "reglas" que estás leyendo en este momento y considéralas más bien simples notas para mí mismo. Uno debería hacer sus propias "notas" porque no hay una única forma de hacer nada. Si alguien te dice que hay una única forma, su forma, aléjate de él tan rápido como puedas, tanto física como filosóficamente.

REGLA No. 2: No te dejes agarrar de esos hijos de puta. Ellos no pueden ni ayudarte ni dejar de ayudarte, pero sí pueden detenerte. La gente que financia películas, distribuye películas, promueve películas y exhibe películas no son cineastas. No están interesados en permitir que los cineastas definan y dicten la forma en que hacen sus cosas, así que los cineastas no debemos tener ningún interés en permitirles dictar la forma en que se hace una película. Carga un arma si es necesario. Además, evita a los diletantes a toda costa. Siempre hay personas por ahí que sólo quieren meterse a hacer cine para volverse ricas, para volverse famosas o para tener sexo. Generalmente saben tanto de cómo hacer cine como George W. Bush de combate cuerpo a cuerpo.


REGLA No. 3: La producción está ahí para servir a la película. La película no está ahí para servir a la producción. Desafortunadamente en el mundo del cine esto se da casi universalmente al revés. La película no se hace para servir al presupuesto, al cronograma o a las hojas de vida de los involucrados. A los cineastas que no entienden esto deberían colgarlos de los tobillos y preguntarles por qué de pronto el cielo está para abajo.

REGLA No. 4: El cine es un proceso de colaboración. Tienes la oportunidad de trabajar con otros cuyas mentes e ideas pueden ser más fuertes que las tuyas. Asegúrate de que se mantengan enfocados en su propia función y no en el trabajo de alguien más, o será un desastre. Pero trata a todos tus colaboradores como iguales y con respeto. Un asistente de producción que está deteniendo el tráfico para que el equipo técnico pueda rodar un plano no es menos importante que los actores en escena, el director de fotografía, el director de arte o el director. Las jerarquías son para aquellos cuyos egos están inflados o fuera de control o para la gente que está en el ejército. Aquellos con los que eliges colaborar, si escoges bien, pueden elevar la calidad y el contenido de tu película a un nivel mucho más alto de lo que cualquiera hubiera podido imaginarse por sí solo. Si no quieres trabajar con otras personas pinta un cuadro o escribe un libro (y si quieres ser un maldito dictador parece que por estos días lo único que hay que hacer es meterse a la política...).

REGLA No. 5: Nada es original. Roba de cualquier sitio que te llene de inspiración o alimente tu imaginación. Devora películas viejas, películas nuevas, música, libros, pinturas, fotografías, poemas, sueños, conversaciones intrascendentes, arquitectura, puentes, señales de tránsito, árboles, nubes, ríos, luces y sombras. Selecciona para robar solamente aquellas cosas que le hablen directamente a tu alma. Si lo haces, tu trabajo (y tu robo) será auténtico. La autenticidad es invaluable; la originalidad no existe. Y no te preocupes en ocultar tu robo - celébralo si hace falta. En cualquier caso recuerda siempre lo que dijo Jean-Luc Godard: "De lo que se trata no es de dónde tomas las cosas, sino de a dónde las llevas".

Añadir música a un corto sin gastar dinero


Uno de los principales problemas a la hora de la postproducción de un corto viene a la hora de querer darle el empaque final a través de la música. Hoy por hoy es muy complicado desligar cine y música y si bien a veces se hace un uso excesivo de la misma, es cierto que ésta ayuda tanto a la parte narrativa como al ritmo del propio corto. Normalmente cuando un director realiza un corto y aspira a difundirlo o a participar en algún tipo de festival o concurso, surge la duda de si meter o no música y los riesgos que ello conlleva con la actual normativa en lo que a derechos de autor se refiere y a la gran presión que organizaciones como la SGAE ejercen en todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana. Está claro que si nos cobran un canon al comprar un ordenador, otro por cds y dvds vírgenes, otro por reproductores mp3, lo harán con más motivo si utilizamos música de un autor que no seamos nosotros mismos (y a saber). Así que ¿qué opciones tenemos? Aunque no exista un reconocimiento legal, hay fórmulas de común acuerdo entre autores como todo el movimiento en torno al llamado Copyleft (en oposición al Copyright), una iniciativa que promueve un uso autorizado de cualquier tipo de obra (artística, científica, periodística…), sin que por ello exista una obligación expresa de pagar determinados costes, como los derechos de autor o los derechos de reproducción, etc. Es el autor de cada obra el que establece las condiciones del uso sobre la misma. En base a esta iniciativa existen grupos y autores musicales que ofrecen su obra a cambio de ser nombrados como autores de la misma en los créditos o bien a cambio de un porcentaje de los beneficios que nuestro corto pudiese generar. Una opción más que razonable en un momento en el que incluir un segundo de una canción puede costar en torno a 6-8 euros. Si hacemos un cálculo para una canción corta de 3 minutos, a 6 euros por segundo, sale un precio de 1080 euros. Seguramente el incluir esa canción salga más caro que todo lo que haya podido costar el cortometraje. Existen páginas web como Copyleft Music, Jamendo, Prision Soup Records, AMI, Musicleft o grupos como Sonus Delay que ofrecen música libre así como artículos sobre el tema en cuestión.

Y es que, si somos objetivos, cada autor, debería poder determinar en base a qué condiciones cede su obra a terceras personas según su uso, su posible rentabilidad, etc. y no una entidad de gestión como la SGAE que funciona como una empresa privada pero con el amparo y las ventajas de un organismo público, que es cierto que defiende los derechos de autor y lucha contra la piratería, que es algo básico, pero que no debería imponerse a los propios autores en lo que al uso de su obra se refiere.

Fuente:



jueves, 26 de noviembre de 2009

SERIES TV:SIX FEET UNDER-A DOS METROS BAJO TIERRA

Ficha técnica


Reparto

Argumento:
La serie de culto ’A dos metros bajo tierra’ (’Six feet under’ por su título en inglés), se centra en una familia llena de historias oscuras y geniales dueña de una funeraria en Los Ángeles.
Esta serie irrumpió en la pequeña pantalla dejando una estela de buenas críticas, especialmente por la audacia de abordar el tema de la muerte y el duelo de una forma tan real y al mismo tiempo con una justa dosis de humor negro, desde que fue lanzada por Alan Ball, el guionista de la exitosa película ’American Beauty’.
Cada capítulo comienza con la lectura macabra, a veces divertida y muchas veces absurda, de los últimos minutos de la vida de un futuro cliente de la familia Fisher.





by Chiketete
Una serie genial!,para no dejar en el olvido.Te empieza a enganchar desde los primeros capitulos,muy muy divertida,tambien muy muy triste...Relaciones,prejuicios,muerte,alegria,sexo,soledad,etc,etc,etc...5 temporadas que a mi se me pasaron volando,con un final de la hostia! de lo mejorcito de la television en los ultimos años(la serie y el final),de esas que no quieres que acaben nunca...cada capitulo,una sorpresa...de esas que te hacen pensar que en esta vida estamos de paso y que mas nos vale aprovechar los buenos momentos...No te digo na y te lo digo to!.Pues lo dicho,que merece la pena echarle un vistazo y ademas de verdad!p.d.cuidadito pa los vicios@s que es adictiva...



miércoles, 25 de noviembre de 2009

INFECTADOS



Dirección y guión: Àlex Pastor y David Pastor.
País: USA.
Año: 2009.
Duración: 90 min.
Género: Thriller, terror.
Interpretación: Piper Perabo (Bobby), Christopher Meloni (Frank), Chris Pine (Brian), Emily VanCamp (Kate), Lou Taylor Pucci (Danny), Kiernan Shipka (Jodie), Josh Berry, Mark Moses (doctor), Dylan Kenin (Tom).
Producción: Ray Angelic, Stefanie Azpiazu, Anthony Bregman y Michael Williams.
Música: Peter Nashel y Brick Garner.
Fotografía: Benoît Debie.
Montaje: Craig McKay.
Diseño de producción: Clark Hunter.
Vestuario: Jill Newell.
Distribuidora: DeAPlaneta.
Estreno en USA: 4 Septiembre 2009.
Estreno en España: 16 Octubre 2009.

ARGUMENTO

Un virus mortal se ha extendido por la Tierra. Cuatro jóvenes se dirigen a una apartada playa del Golfo de México para refugiarse hasta que pase la epidemia. Pero cuando su coche se estropea en una aislada carretera, empieza una desesperada huida en la que se enfrentarán a infectados, médicos homicidas y enloquecidos supervivientes…


CRITICA (Por Antoñito Palanca)

Lamentable debut de los hermanos Pastor en un largo (sus cortos anteriores fueron: Peacemaker y La ruta natural) híbrido entre película de zombies o infectados como los llaman ahora...(¡Pero vete tú a saber qué cojones son!) y drama psicológico.Ni que decir que de pelicula "clasica" de muertos vivientes, sangre, sobresaltos y demás del genero, ¡Nasti de plasti! Aunque viendo la colita parece lo contrario... Mal empezamos.Y como drama psicologico pues leches en vinagre también. Si ya sabemos que la raza humana es la mas jodida de todas...Si ya sabemos que ante cualquier adversidad o problema, el último que apague la luz... Lo de profundizar y reflexionar sobre las miserias del ser humano esta bien...Pero en esta pelicula les sale el tiro por la quijotera. Conclusion: una cagada como un piano, unos actores más malos que el baladre: uno de los protagonistas, pipa en mano, se pasa la peli pegando voces, mandando y amenazando a todios... ¿Ese es el drama psicológico? ¡Mare mia! Que ya saldra en "dividí" que es mas barato que ir al cine o la veis online y asi no os gastais naica...¡Que pa pelis de zombies las de Romero! La de 28 días y la de 28 semanas después están chulas y pa echar un domingo sin salir de casa y pasar la tarde sin gastarse un duro pues van bien...Que si quereis experimentos pues recomiendo Zombies Party o Fido y os reis un rato. Para miseria humana veis La gata sobre el tejado de zinc caliente que esa no os defrauda fijo.


SERIES TV: COMO CONOCI A VUESTRA MADRE



Título original: How I Met Your Mother
Creadores: Craigh Thomas y Carter Bays
Productora: CBS
Genero: Comedia
Año estreno: 2005
Serie emitida en España por La Sexta y FOX España
Personajes: Ted Mosby (Josh Radnor), Barney Stinson (Neill Patrick Harris), Lily Aldrin (Alyson Hannigan), Marshall Eriksen (Jason Segel) y Robin Scherbatsky (Cobie Smulders).

Sinopsis:
La serie comienza en 2030, cuando vemos a dos adolescentes sentados en un sofá dispuestos a escuchar la historia de cómo su padre conoció a su madre.
Así se nos cuenta, a modo de flashbacks y con la voz en off del protagonista, la historia de Ted Mosby, un joven arquitecto, y sus líos amorosos. En esta aventura le acompañan Lilly y Marshal, pareja desde la universidad, y Barney, un vividor ligón que hará que nos riamos más de una vez con cada capítulo.

Crítica:
Serie para el espectador medio que no pierde el encanto y que te procura bastantes carcajadas a lo largo de cada episodio. Los personajes y la serie están bien estructurados. De todos los personajes el más divertido sin lugar a dudas es Barney,
el típico ligón que teme comprometerse y que hace lo imposible por poder acostarse con alguna chica. Sin lugar a dudas una de las mejores comedias que se están haciendo actualmente en la escena televisiva americana.
Esta serie se podria comparar con Friends.

lunes, 23 de noviembre de 2009

SERIES TV: MAD MEN


Título Original: Mad Men
Creador: Matthew Weiner Producción Ejecutiva: Matthew Weiner
Estudio: Radical Media
Género: Drama
Fecha de estreno en España: 8 de Mayo de 2008
Fecha de estreno en USA: 19 de julio de 2007
Reparto:
Jon Hamm: Don Draper
Elisabeth Moss: Peggy Vincent Kartheiser: Pete
January Jones :Betty
Christina Hendricks :Joan
Michael Gladis: Paul
Aaron Staton :Ken
Rich Sommer: Harry
Maggie Siff :Rachel Menken
Bryan Batt :Salvatore
John Slattery :Roger Sterling
Rosemarie DeWitt: Midge Robert Morse :Bertram Cooper

ARGUMENTO

En 1960, las agencias de publicidad tenían una extraordinaria influencia en las masas. Las manipulaciones personales y profesionales y las explotaciones sexuales definían el lugar de trabajo y cerraban acuerdos millonarios. La agencia de publicidad de alto standing, Sterling Cooper Advertising creaba campañas publicitarias, desde cigarrillos a candidatos políticos, mejor que nadie, y en ella destaca la figura de Don Draper (Jon Hamm, Cuando éramos soldados), el principal publicista del negocio que mientras lidia con los conflictos continuos de su vida personal y profesional, trata de esforzarse por mantenerse un paso por delante de los rápidos cambios que se suceden en esta época y de los jóvenes publicistas que vienen pisando muy fuerte.
Don Draper, el director creativo de Sterling Cooper Advertising agency, tiene la oficina de la esquina... y el estrés que viene con ella. Con jóvenes ejecutivos en busca de su puesto de trabajo Don lucha por mantener su larga e importante lista de clientes e impedir que sus cuentas dejen de ingresar en la empresa, aunque parece haber encontrado un duro rival en Pete Campbell (Vicent Kartheiser, Angel), una estrella en alza en la agencia que ha puesto sus miras en el trabajo de Don, eso cuando no está confraternizando con sus compañeros y sobre todo compañeras de trabajo. Viene de una influente familia que posee casi toda la parte norte de una de las zonas más ricas de la ciudad, pero tiene problemas para convencer a su padre de que su trabajo es respetable.

CRITICA
Esta es otra serie que mucho me temo va a pasar injustamente desapercibida. Una serie que utiliza la publicidad como ¿pretexto? para hacer un estupendo retrato social de la sociedad americana de finales de los 50. Atención a los sensibles, porque ellos y ellas son muy machistas, infieles (sobre todo ellos), fuman como carreteros (ellas incluso estando preñadas) y beben como cosacos. Tampoco es apta para amantes de la acción, porque pasar, lo que se dice pasar, no pasa nada. Solo cosas cotidianas. Costumbrismo a la americana y del bueno. Una cuidadísma ambientación, una buena selección de actores y unos personajes como el de Don Draper (Jon Hamm, un galán mezcla de Gary Cooper y Rock Hudson. Cuando pone ojitos es para comérselo como los helados: a lametazos para que dure más). En definitiva, es Televisión, con mayúsculas y para disfrutar después de la cena. Probablemente, el mejor cine que se está haciendo ahora mismo.

PROGRAMACION CLUB AMIGOS DEL CINE


RESTÓN CINEMA. Avenida del Mar Mediterráneo, 3. Valdemoro
  • Jueves, 3 de diciembre

"Amelia"


Sesiones: 19:30 y 22:00


  • Jueves, 10 de diciembre

"500 Días juntos" V.O. Ingles

Sesiones: 19:30 y 22:00


  • Jueves, 17 de diciembre

"Celda 211"

Sesiones: 19:30 y 22:00

viernes, 20 de noviembre de 2009

CELDA 211

TÍTULO ORIGINAL: Celda 211
AÑO: 2009
DURACIÓN: 110 minutos.
DIRECTOR: Daniel Monzón
REPARTO: Luis Tosar, Alberto Ammann, Antonio Resines, Carlos Bardem, Marta Etura, Manuel Morón, Fernando Soto, Luis Zahera, Vicente Romero.
GUIÓN: Jorge Guerricaechevarría, Daniel Monzón
MÚSICA: Roque Baños
FOTOGRAFÍA: Carles Gusi
NACIONALIDAD: España
PRODUCTORA: La Fabrique de Films/Morena Films/Telecinco Cinema/Vaca Films
FECHA DE ESTRENO: 06/11/2009

ARGUMENTO
Basada en la novela de Francisco Pérez Gandul, cuenta la historia de un funcionario de prisiones que comienza a trabajar en una carcel sevillana el mismo día que se produce un motín de presos. Allí dentro, tendrá que hacerse pasar por uno más de ellos usando su inteligencia para poder sobrevivir.

L A C R Í T I C A

UN REPARTO COJO por Vladimir Eisenstein

Supongamos que el tópico de la mala calidad del cine español sea cierto, pero lo que es innegable es que disfrutamos de unos actores de alto nivel. En casi todas las últimas películas españolas que he visto, la interpretación, de al menos un protagonista, conseguía hacer remontar el vuelo a unas narraciones más o menos alicortas.

“Celda 211” no es una excepción. Toda la fuerza motriz del film la desarrolla el poderoso Luis Tosar que, como cabía esperar, cumple con creces. Hasta nos da la sensación de que está cómodo, que ha basado su actuación en lo físico, en la caracterización, sin mayor esfuerzo, y que podría haber dado más matices.

Daniel Monzón es un director con vocación de género, lo cual es muy de agradecer. Intentar entretener con buenas historias es una muestra de respeto al público. No ha conseguido hasta ahora una película que funcione como un reloj, pero su trayectoria acredita que sabe narrar. En esta ocasión se queda muy cerca de conseguirlo. Parte de una idea argumental brillante: qué pasaría si en un motín carcelario los rehenes son etarras. Provocativa idea.

No es lo mismo presos sociales que presos políticos, siempre ha habido clases y ya sabemos que los presos comunes son carne de cañón, un desecho de la sociedad que incomoda a los que, mejor o peor sobornados, nos adaptamos al injusto sistema penal establecido. Sólo queremos no verlos, que sean encerrados, que los centuriones policiales se ocupen de ese sucio trabajo de erradicar el mal y así podamos dormir tranquilos. Cómo se les trate no nos interesa y pedimos condenas cada vez más altas, pero tampoco queremos que se construya una cárcel cerca de nuestra casa.

A esta panda de chorizos, camellitos y asesinos de puñalada, si se amotinan, se les puede reducir con los GEO, aunque de paso caiga un funcionario como daño colateral, pero si la vida de los gudaris del norte, por muy asesinos que sean, corre peligro, el gobierno pierde el culo. Interesante situación, pero hay que desarrollarla y el eje sobre el que girará el argumento está también muy bien escogido: un funcionario novato queda atrapado en medio de la algarada, pero consigue hacerse pasar por preso, él catalizará la acción. Se trata de un personaje que encontramos con frecuencia en el cine americano: un pobre diablo, un ciudadano vulgar que se ve envuelto en una situación excepcional que le abre los ojos, que además le acaba salpicando en lo más íntimo y entonces se transforma, se crece, se rebela y se comporta con un coraje inaudito.

Y, lástima, porque en “Celda 211” esa transformación no es muy sólida. Sucede que Alberto Ammann no es el actor adecuado para este papel, pues es un papel que requiere un físico de característico, una cara de pobre diablo más elocuente, alguien como José Luis Ozores, con un rostro más expresivo y que nos transmita su evolución interna con claridad, un don nadie al que, cuando le veamos comportarse como una fiera, nos asuste, nos quedemos asombrados. Alberto tiene cara de buen chico y parece majo, pero nos recuerda más a Mathew Mc Conaughey que a un recién casado mileurista que acaba de comprarse el pisito. Es demasiado listo y guapete, no le faltan recursos desde el principio, cuando sabe camuflarse de preso, y sabemos por tanto, con toda anticipación, que va a dar la talla, y no nos asombra lo suficiente que saque una fuerza desconocida de su interior. Su drama es proporcional, no épico.

Y no cojea sólo él. Todo el reparto resulta descompensado. Nada que objetar al elenco delictivo, pero el bando de los funcionarios no da la talla. El guión y la dirección artística los descuida y tienen personajes endebles, apenas esbozados, sobre todo en el caso del carcelero malo, cuya caracterización psicológica se reduce a que le gusta dar palos. Para este personaje de bruto, pero no maligno, tampoco hacía falta contratar a Antonio Resines. Y si ni al bueno ni al malo les calza su personaje…

Y es que la verosimilitud es el talón de Aquiles del cine español. Falta naturalidad. A nuestros guionistas les cuesta crear personajes y situaciones creíbles. En Celda 211 el “enamoramiento” de Malamadre (Tosar), el peligroso cabecilla y delincuente nº 1, por un tipo tan lejano a él, ese pringao que no ha matado una mosca, es demasiado súbito y requería, cucharadita a cucharadita, un desarrollo en varias situaciones, que además hubieran sido jugosas, para que nos lo tragásemos con gusto.

Esperemos que Daniel Monzón en su próxima película se emocione no sólo con el relato y el protagonista, sino también con los detalles, con todos. La artesanía que exige la mecánica del cine de género es muy exigente, cuando haces arte los logros pueden tapar los descosidos, pero un tropezón en un buen relato y se cae.


miércoles, 18 de noviembre de 2009

PARTIR



Dirección: Catherine Corsini.
País: Francia.
Año: 2009.
Duración: 85 min.
Género: Drama.
Interpretación: Kristin Scott Thomas (Suzanne), Sergi López (Iván), Yvan Attal (Samuel), Bernard Blancan (Rémi), Aladin Reibel (Dubreuil), Alexandre Vidal (David), Daisy Broom (Marion), Berta Esquirol (Berta), Gérard Lartigau (Lagache).
Guión: Catherine Corsini; con la colaboración de Gaëlle Macé.
Producción: Fabienne Vonier. Fotografía: Agnès Godard.
Montaje: Simon Jacquet.
Diseño de producción: Laurent Ott.
Vestuario: Anne Schotte.
Distribuidora: Golem.
Estreno en Francia: 12Agosto 2009.
Estreno en España: 13 Noviembre 2009.

ARGUMENTO

Suzanne, de unos 40 años, vive en el sur de Francia con su marido médico y sus hijos. Su cómoda vida le pesa y convence a su marido de que quiere volver a ejercer y abrir una consulta. Durante las obras de la misma, conoce a Iván, el encargado de los trabajos, un hombre que siempre ha vivido a salto de mata y que ha estado en la cárcel. La atracción es mutua, inmediata y violenta. Suzanne decide dejarlo todo para dar rienda suelta a la pasión.




CRÍTICA DESCREíDA

Debo de ser cada vez más atea, porque ninguna de las tres últimas películas que he visto me han resultado verosímilesl. Dice la directora de ésta, Catherine Corsini, que quería contar una historia de amor al estilo de aquellas tragedias clásicas, como Anna Karenina o Madame Bovary. Pero le ha quedado una historia más de Lady Chatterley, folletín que ha envejecido muy, muy mal. La película oscila entre el costumbrismo al que nos tiene habituados el cine francés y el intento de narrar la historia de un "amor fou". Resultado: No crea la atmósfera adecuada que prepare al espectador para la tragedia. Las peleas entre Suzanne (Kristin S. Thomas) y el marido (Yvan Attal) son excesivamente violentas. En realidad todo el comportamiento del marido es también excesivo. Las escenas de sexo (tres) o son frías o falsas en su exageración. Es incomprensible que en estos tiempos los dos amantes no se vayan al otro extremo de Francia o no crucen la frontera, que está a tres horas de coche, a vivir su vida sin que el marido les incordie. Se agradecen las interpretaciones de Sergi López y de Kristin que hacen lo que pueden y salen bien del paso. Es además un deleite ver a una señora al natural, con algún que otro michelín o asomo de celulitis y sin siliconas, aditivos ni conservantes.




domingo, 15 de noviembre de 2009

S-21: LA MÁQUINA DE MATAR DE LOS JEMERES ROJOS


SINOPSIS

Después de la guerra de Vietnam, cuando los Estados Unidos fueron expulsados y se derrocó al régimen de Lon Nol, los Jemeres Rojos tomaron el poder de Camboya. Entre abril de 1975 y octubre de 1979, este grupo comunista manejó las riendas del país bajo el liderazgo de Pol Pot. A lo largo de esos cuatro años, el gobierno masacró a un cuarto de la población del país. No es casual que la época se conozca como el “genocidio camboyano”, y que, en la actualidad, varios de sus responsables todavía estén siendo juzgados por crímenes de lesa humanidad. La filosofía de los Jemeres Rojos era muy clara: todo aquel sospechoso de ser opositor al régimen debía ser eliminado. Por si fuera poco, este grupo veía sospechosos en todas partes y no toleraba la más mínima disidencia. Dentro de esta masacre, la prisión de seguridad S-21, una ex escuela secundaria que fue convertida en campo de exterminio, se transformó en una de las instituciones centrales del país.

FICHA TÉCNICA

Título: S-21: La máquina roja de matar

Título original: S-21, la machine de mort Khmère rouge

Dirección: Rithy Panh

País: Francia, Camboya

Año: 2003

Duración: 101 min.

Género: Documental Histórico

Reparto: Khieu 'Poev' Ches, Yeay Cheu, Nhiem Ein, Houy Him, Ta Him, Nhieb Ho, Prakk Kahn, Peng Kry, Som Meth, Chum Mey, Vann Nath, Top Pheap, Tcheam Seur, Mak Thim, Sours Thi

Productora: Arte France Cinéma, Institut National de l'Audiovisuel (INA)

Dirección: Rithy Panh

Fotografía: Prum Mesa, Rithy Panh

Guión: Rithy Panh

Montaje: Isabelle Roudy, Marie-Christine Rougerie

Música: Marc Marder

Producción ejecutiva: Aline Sasson, Liane Willemont

Sonido: Jean-François Gasnier, Myriam René, Sear Vissal



C R Í T I C A


"LA RAZÓN FANÁTICA" por Vladimir Eisenstein


En “Ágora” de Amenábar se denunciaba el terror que ejercen los iluminados religiosos que anteponen la fe a la razón. Sin embargo, paradójas de la historia, desde la revolución francesa y, sobre todo en el siglo XX, lo que hemos sufrido ha sido el terror de los iluminados por la razón, porque muchos hijos de la Ilustración también se creyeron en posesión de la verdad, científica, según ellos y no revelada, pero verdad absoluta al fin y al cabo. Eran los nuevos fanáticos. El profético título de Goya “El sueño de la razón produce monstruos” se ha cumplido con creces. Los monstruos más notorios, más cegados por la iluminación ilustrada, han sido el nazismo y el comunismo.

Es curioso que en el caso del fanatismo religioso se nos muestra con abundancia lo disparatado de su discurso, mientras que en el fanatismo político sólo se nos muestran los crímenes y el dolor infligido a las víctimas y se omite su insensata ideología. Se entiende, ya que es más fácil ridiculizar la parafernalia religiosa, sus mitos anacrónicos y burlarse de un paraíso plagado de huríes, que de un no menos utópico, pero más creíble y verosímil paraíso de un mundo sin clases, solidario y fraternal.

“S-21: La máquina de matar de los jemeres rojos” (traducción correcta del título y no la franquista con que aquí se exhibió: La máquina roja de matar) es un excelente documental en el que se aborda uno de los genocidios comunistas más delirantes: el cometido por los comunistas camboyanos entre 1975 y 1979. En cuatro años la represión del “enemigo interior” acabó con dos millones de vidas. Dos millones en una población de ocho. Stalin habría admirado la firmeza de Pol Pot.

El experimento social camboyano se inspiró en la tristemente célebre “revolución cultural” china. Se decidió ruralizar el país. Los habitantes de las ciudades eran sospechosos por el mero hecho de serlo y fueron desplazados y obligados a trabajar en el campo. Había que construir un país de campesinos. Se abolió el dinero, la religión, el arte, la cultura, el comercio, las escuelas y todo lo occidental. Se proclamó una Nueva Era: El Año Cero Camboyano. Jovencísimos guardias rojos se ocupaban del nuevo orden y la represión, que adquirió una amplitud enorme, pues no sólo se aplicaba a los “culpables”, sino a sus familiares y amistades. Las miles de personas condenadas a trabajos forzosos en el campo sufrían además la disgregación familiar para facilitar su reeducación. La consecuencia fue que Camboya se convirtió en el primer productor mundial de arroz, pero quienes lo cosechaban morían de hambre y desnutrición. El sueño de una sociedad sin clases, sin dinero corruptor, una Arcadia rural, había desembocado en un infierno con 2 millones de muertos.

S-21 fue el nombre de la prisión-centro de exterminio más importante del régimen. De los 20.000 que allí entraron sólo sobrevivieron siete. El documental de Rithy Panh se centra en este lugar. Y es elogiable, porque no sigue el trillado manual de imágenes de archivo montadas alternamente con entrevistas, sobre todo a las víctimas. En el feo escenario hoy vacío de la cárcel son sus guardianes los que nos hablan, se sienten culpables, apelan a las órdenes recibidas, al miedo a desobedecer que sentían, al adoctrinamiento, a su juventud. Son testimonios más estremecedores que los de las víctimas, porque, por desgracia, tanto sufrimiento es inefable, intransmisible. Comprendemos mejor lo que ocurrió cuando los propios carceleros nos describen minuciosamente su quehacer cotidiano, cómo torturaban, cómo redactaban los informes, sus rutinas, que nos escenifican, cuando vemos cómo rehuyen la mirada, cómo se autojustifican. No parecen sádicos ni brutales, son muchachos “normales” o lo eran antes de trabajar allí. Uno de los supervivientes, un pintor, dialoga con ellos, los interpela, apela a su humanidad, a lo que les habían enseñado sus padres, no el partido. No obtiene respuesta. Pero nos asombra la contención, la tensión muy subterránea, sin gritos, sin discusiones con la que víctima y verdugos dialogan.

Duele, duele este documental, pero es necesario verlo para saber que ha habido muchos genocidios en el siglo XX, no sólo el publicitado holocausto judío, para que los españoles tomemos conciencia de lo que ocurrió en Rusia, en China, en Camboya y en otros países comunistas en nombre de un ideal de igualdad, para que tomemos conciencia de los crímenes del comunismo que tan lejanos nos resultan.

Sólo una importante objeción: Rithy Panh apenas nos informa sobre lo que estaba ocurriendo en el país, el contexto político y los antecedentes o lo que ocurrió después. Se limita casi a describirnos el universo dantesco de esa prisión. Esto puede provocar que el espectador no informado no entienda el porqué ni para qué hacían eso. Sin conocer el entorno, ese abismo de terror resulta incomprensible.

Y una sangrante anécdota: cuando el ejército vietnamita derrocó a los jemeres rojos, estos se refugiaron en Tailandia y se convirtieron en una guerrilla financiada y armada por los Estados Unidos y conservaron su puesto en la ONU como legítimos representantes del pueblo camboyano. Ahora eran luchadores por la libertad contra el comunismo soviético-vietnamita. Sí, paradojas de la historia.



miércoles, 11 de noviembre de 2009

AGORA



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Dirección: Alejandro Amenábar.
País: España.
Año: 2009.
Duración: 126 min.
Género: Drama, cine histórico.
Interpretación: Rachel Weisz (Hipatia),Max Minghella (Davo), Oscar Isaac (Orestes), Ashaf Barhom (Amonio), Michael Lonsdale (Teón), Rupert Evans (Sinesio), Homayoun Ershadi (Aspasio), Omar Mostafa (Isidoro), Oshri Cohen (Medoro), Sammy Samir (Cirilo), Richard Durden (Olimpio), Yousef Sweid (Pedro).
Guión: Alejandro Amenábar y Mateo Gil.
Producción: Fernando Bovaira y Álvaro Augustin.
Música: Dario Marianelli.
Fotografía: Xavi Giménez.
Montaje: Nacho Ruiz Capillas.
Diseño de producción: Guy Hendrix Dyas.
Dirección artística: Guy Dyas.
Vestuario: Gabriella Pescucci.
Distribuidora: Hispano Foxfilm.
Estreno en España: 9 Octubre 2009.



ARGUMENTO

Siglo IV. Egipto se encuentra bajo el dominio del Imperio Romano. Las violentas revueltas religiosas en las calles de Alejandría alcanzan a su legendaria Biblioteca. Atrapada tras sus muros, la brillante astrónoma Hipatia lucha por salvar la sabiduría del mundo antiguo, sin percibir que su joven esclavo, Davo, se debate entre el amor que le profesa en secreto y la libertad que podría alcanzar uniéndose al imparable ascenso de los cristianos.


Imagen de la película Ágora.  (Ver ficha)

ESTO NO ES MARCO ANTONIO Y CLEOPATRA por Vladimir Eisenstein
He oído decir en muchas ocasiones y como elogio que el cine de Alejandro Amenábar “no parece cine español” y no es un comentario desacertado, sólo añadiría que no parece de ninguna parte. El resultado de ello es que, lo mismo que existe ese híbrido llamado cocina internacional, las películas de Amenábar podrían considerarse cine internacional. Quiero decir que es un cine carente de estilo o autoría. Alejandro salta de un género a otro, simplemente porque así le place, o aborda un tema que le interesa derivado de sus lecturas. No parece sentir pasión por narrar ni necesidad alguna de expresar su mundo, inquietudes o pasiones. El resultado es frío y sin sabor característico. El polo opuesto del irregular, pero más entregado Almodóvar.

¿Aburre, entonces? En absoluto, dado su talento dirigiendo y la excelente producción, todas sus películas (excepto “Abre los ojos”, un confuso engendro) fluyen sin tropiezos y entretienen. Otra cuestión es que te sorprendan o te dejen huella. Sólo se aproximó en “Mar Adentro” en la que Bardem ponía la pasión de la que parece incapaz el muy contenido y eficiente Amenábar.

“Ágora”, su última película, satisface con creces todas las expectativas del espectador. Aborda en ella un momento histórico crucial. En el siglo IV el emperador Teodosio proclama el cristianismo católico religión oficial, con la consecuente persecución de paganos y cristianos arrianos. La intolerante nueva religión había conseguido su objetivo soñado: el Dios único y verdadero había vencido. Esos albores de un cristianismo que sumiría a la humanidad en siglos de oscurantismo religioso y que retrasarían el progreso de la ciencia y el conocimiento, los describe Amenábar sin paños calientes a través de la figura de una de sus víctimas, la filósofa Hypatia.

Se sigue toda la proyección sin que el interés decaiga, con un argumento lineal y sencillo, y resolviendo con eficacia las serias dificultades de un peplum con sus movimientos de masas, ambiciosa ambientación y escenografía. Y nos indigna el desprecio de los creyentes contra la razón, nos estremecen esas bandas de “parabolanos” que tanto recuerdan a los milicianos islámicos en su labor simultánea de asistencia social y escuadrones paramilitares. Eficaz fórmula para atraerse a los desfavorecidos ofreciéndoles chivos expiatorios (paganos, judíos) y el alivio contra el hambre y la enfermedad que les niega una élite pagana y corrupta.

Cabe hacerle a “Ágora” un serio reproche intelectual. Es muy legítimo que, dado lo poco que se sabe de Hypatia, Amenábar la idealice con exceso y escaso rigor, pero esta ficción debería quedar clara, ya sabéis: “Cualquier parecido con la realidad…” Se corre si no el riesgo de que muchos espectadores salgan convencidos de que Hypatia se anticipó a Copérnico y Kepler y que fue una precursora de la razón ilustrada. Un infundio sobre una señora de la que no se tiene noticia de que aportase nada a la ciencia ni al pensamiento, salvo su muy respetable labor como maestra.

También un reproche artístico. Puesto a tomarse libertades, podía haberse saltado la “sofronise” (voto de castidad neoplatónico) que se supone practicaba Hypatia o al menos hacerlo explícito, porque no llegamos a comprender que, rodeada y solicitada por chicos tan guapos, se comporte como un cardo en nombre de una evanescente aspiración a la Belleza. Amputada la intriga amorosa y atenuada la intriga política, el film pierde grandeza y se queda en una brillante, pero gélida exposición del conflicto entre intolerancia y razón. Sólo la brillante realización de Amenábar sostiene tan rebajado y cerebral producto. Rachel Weisz se quejaba con sólidas razones de que su papel era muy soso. Ni siquiera el momento decisivo, en el que, con coraje y fuerza moral, Hypatia se enfrenta a la turba cristiana, “sola ante el peligro”, logra conmovernos. Y es que, más que un personaje de carne y hueso, a Amenábar le ha vuelto a salir, según su costumbre, una marioneta. Su conocida admiración por Hichtcock parece que le induce a tratar a los actores de la misma manera que el maestro, con la diferencia de que Alfred se divertía como un enano narrando, era un contador de historias, un encantador y a Alejandro sólo le gusta hacer películas como aquellas clásicas. Una enfermedad que afecta sin remedio al cine contemporáneo.


Imagen de la película Ágora. Rachel Weisz (Ver ficha)








AGORA por Eukeni
“Tu no cuestionas lo que crees, yo si.”


Como bien dice nuestro querido compañero Vladimir, Amenabar no es cine español, es cine internacional, global quizás. También como bien dice Alejandro, el mismísimo director, en la pagina web oficial de la película, el objetivo del proyecto es conseguir que el espectador se sienta acompañando a un equipo de la CNN que esta documentando algo ocurrido en el siglo IV. También Amenabar nos comenta en su web que le gustaría romper con algunas de las pautas habituales de las películas de época. Lo consigue, es una película actual, muy actual a pesar de que la historia se desarrolla en el sigo IV, cargada de símbolos, y con un rigor histórico fundamentado en diversos especialistas e historiadores tanto de Alejandría como de la época.
Alejandría, “la biblioteca de Alejandría”, el Ágora, la ciudad en si es un símbolo de tolerancia y convivencia entre culturas. Todos los personajes y “discípulos” masculinos que giran alrededor de Hipatia como los mismos planetas que ella intenta descifrar acaban por poner fin a la Era Romana y quizás también a la Cultura y pasan de una cultura politeísta, intentando imponer un solo Dios (judío o cristiano), utilizando cada uno sus tretas para acabar con el “contrario” . No se porque a mi me recuerdan a los políticos y religiosos actuales ¿será casualidad?
Respecto a toda la construcción del entorno, la ambientación de Ágora es suprema, la imagen de Xavi Jiménez consigue transportarnos a la época, la música de Darío Mariannelli impecable, incluso alguna pieza de Lucio Godoy que te pone los pelos de punta.

A destacar la actuación de Ashraf Barhom en el papel de Amonio como líder parabolano. Lo peor quizás es la falta de definición y sensación de “status quo” de Hipatia, pues parece que no transcurre el tiempo en su vida mientras todo se agita a su alrededor.










lunes, 9 de noviembre de 2009

MILLENIUM 2: La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina


Ficha técnica

Director: Daniel Alfredson
Intérpretes: Michael Nyqvist, Noomi Rapace , Per Oscarsson, Lena Endre, Peter Andresson, Annika Hallin

Título en VO: Flickan som lekte med elden

País: Suecia
Año: 2009.
Fecha de estreno: 23-10-2009

Género: Thriller

Color o en B/N: Color

Guión: Jonas Frykberg
Montaje: Mattias Morheden
Fotografía: Peter Mokrosinski


Sinopsis:

Lisbeth Salander es la mujer más buscada del país. Dos colaboradores de Millennium, a punto de sacar a la luz un escándalo sobre el comercio sexual en Suecia, han sido brutalmente asesinados y las huellas de Lisbeth están en el arma homicida. Sin embargo, nadie puede encontrarla.
Mientras, Mikael Blomkvist, editor jefe de Millennium, no cree lo que se dice en las noticias y está desesperado por encontrarla antes de que la acorralen. A medida que encaja las piezas del puzzle, Blomkvist saca también a la luz algunos datos desgarradores sobre el pasado de Salander. Puesta en manos de instituciones psiquiátricas desde los 12 años y declarada legalmente incapacitada a los 18, es una joven deshecha y confundida producto de un sistema injusto y corrupto. Sin embargo, Lisbeth es más un ángel vengador que una víctima indefensa, y arremete con justa ira sobre los que la han herido.


Crítica

Decepcionante. Éste es el adjetivo que mejor define la versión cinematográfica de la segunda entrega de Millenium. Independientemente de su fidelidad a la obra original, la película se construye sobre parches de diferentes pasajes de la novela hilados de forma inconexa y en los que el espectador, a no ser que haya leído previamente el libro, no entiende cuál es la relación entre los personajes. La intensidad del personaje de Lisbeth Salander y su peculiar personalidad, tan atrayente en la novela, queda relegada a la imagen de un mero ángel vengador no se sabe muy bien de qué. Mi acompañante en el cine, que desconocía el argumento y no había leído el libro, no se enteró de nada.

Por el camino quedan muchos personajes desaprovechados como el inspector Bublanski ó el anterior tutor de Salander, Holger Palgrem. Al contrario de la anterior, en la que primero ví la película y después leí el libro, animada y entusiasmada por la misma, en este caso el orden ha sido inverso yla película se ha revelado como un fiasco total. Para aquellos que no tengan previsto leer el libro pero sí ver la película, resultará muy decepcionante.



domingo, 8 de noviembre de 2009

YO, TAMBIEN
















Dirección y guión: Álvaro Pastor y Antonio Naharro.
País: España.

Año:2009. Duración: 103 min.

Género: Drama.

Interpretación: Lola Dueñas(Laura), Pablo Pineda (Daniel), Isabel García Lorca (María Ángeles), Pedro Álvarez Ossorio (Bernabé), Antonio Naharro (Santi), María Bravo (Reyes), Consuelo Trujillo (Consuelo), Daniel Parejo (Pedro), Lourdes Naharro (Luisa), Catalina Lladó (Pilar), Susana Monje (Nuria). Producción: Julio Medem, Koldo Zuazua y Manolo Gómez Cardeña.

Música: Guille Milkyway.

Fotografía: Alfonso Postigo.

Montaje: Nino Martínez Sosa.

Dirección artística: Inés Aparicio.

Vestuario: Fernando García.

Distribuidora: Golem.

Estreno en España: 16 Octubre 2009.


SINOPSIS


Daniel, un joven sevillano de 34 años, es el primer europeo con síndrome de Down que ha obtenido un título universitario. Comienza su vida laboral en la administración pública, donde conoce a Laura, una compañera de trabajo. Ambos inician una relación de amistad que pronto llama la atención de su entorno laboral y familiar. Esta relación se convierte en un problema para Laura cuando Daniel se enamora de ella. Sin embargo, esta mujer solitaria que rechaza las normas encontrará en él la amistad y el amor que nunca recibió a lo largo de su vida.



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LOS DIFERENTES A VECES NO LO PARECEN (Por Vladimir Eisenstein)



Reconozco mis prejuicios ante cualquier película que sitúe como personaje principal a un enfermo grave o un minusválido (perdón, ahora hay que decir discapacitado). A lo peor soy como esas damas que vuelven la cabeza, tapándose la nariz con un pañuelo perfumado, con tal de no ver la desgracia ajena. No digo que no lo sea, no soy un santo, aunque prefiero pensar que no me agrada que los creadores de ficción recurran de entrada a un chantaje sentimental tan directo, a un recurso tan grueso.

Con toda precaución me dispuse, pues, a ver “Yo también”, temeroso de internarme en semejante campo de minas, donde suele acechar el cristianismo explícito o solapado, el toque de corneta al afán de superación, la cantinela increíble de “no son diferentes”, el ternurismo más empalagoso y muchos otros peligros, entre ellos el espantoso de la corrección política. La amenaza de un protagonista con síndrome de Down era seria. “Todo sea por Lola Dueñas y las alabanzas de críticos a los que respeto”, me dije.

Por suerte, pronto se disiparon mis temores, gracias a un muy acertado planteamiento. Daniel, el personaje, al igual que Pablo Pineda, el actor, es un Down, sí, pero un Down “niño prodigio”, raro entre sus semejantes. Laura (Lola Dueñas) es una mujer de vida desairada, que no encuentra su sitio, que huye de sí misma y de su desgarro interior. Es también rara entre los “normales”. El encuentro y la intensa amistad que une a estas dos peculiaridades, es el nudo del film, y el imposible amor de Daniel por Laura, el conflicto.

Los directores, debutantes en el largometraje, no eluden tampoco el tema social de los “enfermos” del síndrome, que desarrollan en la subtrama y con apuntes por aquí y por allá, sin caer en el sentimentalismo. No en vano sus dos cortos anteriores abordaron, uno el síndrome, también, y otro el VIH. Quizás sea esta preocupación social la que les ha llevado a resolver el tratamiento formal de la película con un estilo más propio del reportaje que de la ficción. Esto debilita, tanto los momentos de humor, como los trágicos, porque nos convierte en observadores y la cámara no se demora en los sentimientos de los personajes ni sigue el diálogo sentimental de los protagonistas. Da la sensación de que Lola Dueñas y Pablo Pineda interpretan cada uno por su lado, con convicción ambos, pero sin fijarse mucho el uno en el otro, aunque en la risa coincidan muy bien. Una dificultad en la dirección de actores que, en este caso, era, hay que reconocerlo, muy difícil de solventar. Lola está, cómo no, soberbia y Pablo hace de si mismo con toda soltura. Como él mismo dice “tener mucho morro es otra de las características fijas del síndrome de Down”.

Me queda la sensación de que quizás la fórmula de una road movie, olvidándose de abordar la problemática social, hubiera sido más eficaz para tan original encuentro de dos diferentes. Hubiera dado pie para más enredos y para desarrollar tan peculiar convivencia. La película no parece que esté funcionando en taquilla, puede que porque no atraiga ni al público aficionado a las desgracias ni al que las rehuye, y le falte fuerza tanto como film de utilidad social, como film de ficción. Es una lástima, porque Lola Dueñas es una grande de nuestras pantallas y Álvaro Pastor y Antonio Naharro firman la que será sin duda una de las mejores películas españolas del año.




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CRITICA DESDE LA OPOSICIÓN (Por Cova)



Antes de ver la película leí la reseña que de ella hace ARTyco y lo primero que pensé es ¡Uf, esto pinta mal! Afortunadamente, no todos mis temores se han visto confirmados. ¡Peeeeero! El guión parece seguir las instrucciones del Ministerio de Asuntos Sociales y la Consejería correspondiente de las CC.AA. La película es en su mayor parte:

A) Tópica

B) Inverosimil.

C) Contradictoria.

Para empezar, me pintan a los compañeros de Daniel, el protagonista con síndrome de Down, como esa clase de funcionarios que se aprenden el manual de cómo tratar a un discapacitado: le piropean con el "tu si que vales, chaval", le dan palmaditas en el hombro... y le tratan como si fuera profundamente retrasado. Por no hablar de los comentarios maliciosos en el café referentes a la amistad de Laura y Daniel.

En segundo lugar, me disfrazan a Lola Dueñas, que hace una interpretación magnífica, de rubia peliteñida (menos mal que al final de la película recupera su color) y tonta ("Me vine a Sevilla por la playa y resulta que la playa está a 100 km" ¿Quien puede ignorar esto en la era Internet?), además de un poco putón, sin necesidad. Vale. Digamos que es (primera inverosimilitud) para que haya un mayor contraste con la inteligencia de Daniel que, por cierto, es otro excelente personaje, aunque un síndrome de Down atípico, se pongan como se pongan.

En cuanto a otras situaciones poco creíbles pues, por ejemplo, la búsqueda de la pareja fugitiva por todo Sevilla que no es precisamente una ciudad pequeña y al final !Oooh! ¡Milagro! la encuentran en una pensión. O la divertida secuencia del plátano que sigue a la anterior...

Contradictoria porque, si bien trata de reivindicar la normalidad de las personas con Síndrome de Down, lo hace desde su "anormalidad". Recalcando sus dificultades y sus diferencias con los llamados "normales". Unas diferencias que, con perdón, están ahí. Existen y son reales lo cual no es excusa para no tratarlos como personas o para limitar su derecho a trabajar, a enamorarse, a tomar decisiones y a ser felices... Es un drama con situaciones divertidas, porque si hubiera sido una comedia probablemente habría herido sensibilidades y se habrían levantado airadas protestas... El problema es que al no ser "ni chicha ni limoná", no acaba de convencerme.

En resumen. Película de buenos sentimientos y final feliz (aunque inverosímil) afortunadamente libre de gazmoñería (pero inverosímil). Recomendable llevando el chip adecuado para ver historias inverosimiles.

Para terminar, una pregunta libre de hipocresías: Si los padres pudieran elegir ¿preferirían un niño con Sindrome de Down antes que un niño normal?

La contradicción y la polémica, están servidas...






miércoles, 4 de noviembre de 2009

Los 7 cortos capitales

“Los 7 cortos capitales” en Madrid

desde el 6 Noviembre 2009 17:00 a 12 Noviembre 2009 17:00

Proyección del programa “Los 7 cortos capitales” en los cines Yelmo Ideal de Madrid.
El programa “Los 7 cortos capitales” se trata de una selección de los mejores cortometrajes de la última edición del Festival Curt Ficcions. Todos estan producidos en el 2008 y tienen una duración de menos de 12 minutos. Hacen un repaso a todo tipo de géneros – comedia, drama, thriller, falso documental- y estilos, pero con un denominador común: la calidad cinematografica.



Se trata de siete cortos que reflejan los pecados capitales de forma actual, cometidos por los protagonistas o en contra de ellos. Nada es lo que parece ni nada termina como crees. Son historias que cambian la vida de sus personajes a mejor o a peor, o sencillamente, los hacen protagonistas por un día, convirtiéndoles en héroes, salvadores o esenciales.


Entre los actores protagonistas hay caras conocidas como las de Santi Millán, Ana Rayo, Jorge Bosch o Roberto Álvarez y otras que no lo son tanto pero que nos van a sorprender por su calidad interpretativa.


Los 7 cortos capitales from CURT FICCIONS on Vimeo.




lunes, 2 de noviembre de 2009

AFTER

'cartel

Dirección: Alberto Rodríguez.
País: España.
Año: 2009.
Duración: 116 min.
Género: Drama.
Interpretación: Guillermo Toledo (Julio), Tristán Ulloa(Manuel), Blanca Romero (Ana), Jesús Carroza (Jesús), Raúl del Pozo (Pablo), Marta Solaz (Irene), Valeria Alonso (chica), Ricardo de Barreiro (Ramón), Maxi Iglesias (García), Álvaro Monje (Andy).
Guión: Rafael Cobos; basado en un argumento de Rafael Cobos y Alberto Rodríguez.
Producción: José Antonio Félez.
Música: Julio de la Rosa.
Fotografía: Alex Catalán.
Montaje: José M. G. Moyano.
Dirección artística: Pepe Domínguez.
Vestuario: Fernando García.
Distribuidora: Alta Classics.
Estreno en España: 23 Octubre 2009.

SINOPSIS

Las vidas de Manuel, Ana y Julio se cruzan una noche de verano en la que vuelven a reencontrarse después de mucho tiempo, y juntos emprenden un viaje hacia el corazón de la noche. Una huida a la adolescencia como única posibilidad para librarse de sus fantasmas.



CRITICA TERRORÍFICA: (Por Cova):


Una película apropiada para ver en Halloween. Hasta el chico que duerme conmigo, tuvo pesadillas con ella. Y eso después de haber visto por la noche una de terror (?) en la tele. Pero no es para menos. En cuanto a mí, ¿Qué puedo decir? Al día siguiente me dolía la cabeza y no recordaba nada. Tres amigos se van de marcha toda una noche y se pegan el lote (entre ellos y con los demás) y un pasote. Nadie sabe de qué se conocen. Se nos cuenta la versión de cada uno de ellos de esa noche loca, cada una con "sutiles diferencias". La película es confusa como corresponde a unos guionistas con una resaca monumental. La narración pega saltos sin sentido, confunde y desconcierta. Nos quedan claras la soledad, las insatisfacciones, las neuras de los personajes. Pero no dan ni frío ni calor. Las pretensiones del director nos dejan indiferentes. Lo mas destacable es la borrachera de Guillermo Toledo y la banda sonora: Al salir del cine, solo quedan las ganas de llorar. El perro (Ula-Niebla actor secundario que pasaba por allí) nunca lo habría hecho así.

Imagen de After



LA TURBIA DECADENCIA DE LOS FANS DE MECANO por Vladimir Eisenstein.

Salí del cine con la sensación de haber visto un anuncio muy largo de la Fundación de Ayuda a la Drogadicción. No se me malinterprete, no quiero decir que “After” tenga ninguna intención moralizante, no es así, pero puede ser vista de esa manera. Creo que de hecho lo más acertado de este film es precisamente eso: la descripción de una noche de mucho alcohol, muchas drogas y mal rollo. Una juerga carente de alegría y diversión, y abundante en patetismo, pues patéticos son sus personajes, en especial el que interpreta Guillermo Toledo que borda la embriaguez más cutre.El inconveniente es que no pude sentir más que desprecio por dichos personajes. Sus debilidades, miserias, contradicciones y tormentos me resultaron ajenos o, peor aún, ridículos. Tienen poca carne, poca humanidad y entidad los personajes creados por Alberto Rodríguez. Podría haberse ensañado con ellos, hacerlos grotescos o, todo lo contrario, apiadarse de ellos, pero ni una cosa ni la otra. Debido a un extraño pudor o deseo de objetividad, que aqueja en exceso a los cineastas españoles más jóvenes, se limita a describírnoslos y, la verdad, es que ni siquiera llega a darnos la suficiente información sobre ellos para que entendamos el porqué de su sufrimiento.En manos del vitriólico cineasta austríaco Michael Haneke, al que añoré en muchos momentos durante la proyección, esta película hubiera sido ácido puro, una crítica sangrante y molesta, incluso para el espectador, por su dureza, de estos burgueses treintañeros, modernos y progresistas. Aquí no llega la sangre al río y hasta da la sensación de que Rodríguez comprende a sus personajes, aunque no necesariamente le gusten.A mi me repatean. No acabo de entender qué les pasa. En apariencia no tienen motivo alguno para atormentarse. Hay alusiones a la crisis de la madurez como fuente de su malestar, se cita “Nunca Jamás” (ya se sabe, el manido complejo de Peter Pan) y se dice que ya “nada puede ser como la primera vez”, pero nada más. Demasiado poco para enturbiar su envidiable posición social, dinero en abundancia y residencia en una urbanización de lujo. Julio (Guillermo Toledo) es un tipo zafio, grosero y su trabajo de despedir trabajadores no parece que le atormente, sólo le incomoda. Lo que más le preocupa es follar y se siente solo, pero no sabe tratar a las mujeres. Manuel, interpretado por un inexpresivo e insípido Tristán Ulloa, parece que no soporta estar casado y tener un hijo, no sabe cómo ser padre y marido, eso justifica arrebatos de violencia y una actitud despreciativa ante todo, tampoco ha madurado. Y Ana es una pija caprichosa y dominante que rehuye el compromiso, pero también inmadura afectivamente como sus amigos, incapaz de asumir que necesita amor y compañía.¿Y Alberto Rodríguez pretende que nos identifiquemos en algo con semejantes imbéciles que, teniéndolo todo, sólo sufren por su inmadurez y encima son retorcidos, miserables, insinceros y egoístas. Unos tipos cuyas virtudes y defectos son débiles, sus maldades y bondades inanes, sus pasiones inexistentes, sin fuerza ni carácter, mediocres hasta el aburrimiento. Lo siento, Alberto, ya sé que los ricos también lloran como nosotros, pero, si sus problemones son esos, francamente me la trae floja y si lo pasan mal les está bien empleado. La vida no es fácil para los que fueron fans de Mecano, ya lo sé, pero no me interesan sus desvelos o me los cuentas mejor. No nos hagas perder el tiempo con un fallido retrato de unos tipos que cerca de los cuarenta todavía no saben beber.