miércoles, 27 de octubre de 2010

LA RED SOCIAL


FICHA TÉCNICA

Título original: The social network.

Dirección: David Fincher.

País: USA.

Año: 2010.

Duración: 122 min.

Género: Drama.

Interpretación: Jesse Eisenberg (Mark Zuckerberg), Andrew Garfield (Eduardo Saverin), Justin Timberlake (Sean Parker), Armie Hammer (Cameron Winklevoss/Tyler Winklevoss), Max Minghella (Divya Narendra), Rooney Mara (Erica), Rashida Jones (Marylin Delpy).

Guión: Aaron Sorkin; basado en el libro “Multimillonarios por accidente” de Ben Mezrich.

Producción: Dana Brunetti, Ceán Chaffin, Michael De Luca y Scott Rudin.

Música: Trent Reznor y Atticus Ross.

Fotografía: Jeff Cronenweth.

Montaje:Kirk Baxter y Angus Wall.

Diseño de producción: Donald Graham Burt.

Vestuario:Jacqueline West.


SINOPSIS

En “La red social”, el director David Fincher y el guionista Aaron Sorkin exploran el momento de la invención de Facebook, el fenómeno social más revolucionario del nuevo siglo. La película se basa en múltiples fuentes y se traslada desde los pasillos de Harvard a los cubículos de Palo Alto para capturar la emoción visceral de los inicios de un fenómeno que cambiaría la cultura actual y relatar cómo unió y después separó a un grupo de jóvenes revolucionarios. En el ojo del huracán se encuentran Mark Zuckerberg, el brillante alumno de Harvard que concibió una página web que parece haber redefinido nuestro tejido social de la noche a la mañana; Eduardo Saverin, el que fuera amigo íntimo de Zuckerberg, quien aportó el capital inicial para la joven empresa; Sean Parker, el fundador de Napster que atrajo a Facebook a los inversores de capital de riesgo del Silicon Valley; y los gemelos Winklevoss, los compañeros de Harvard que afirmaron que Zuckerberg les robó la idea y después le demandaron su titularidad.

C R Í T I C A

JÓVENES, MILLONARIOS Y GILIPOLLAS por Vladimir Eisenstein

La Historia puede ser épica, pero la realidad rara vez lo es, ya que la Historia no deja de ser una narración en la que la casualidad y las pequeñas miserias de lo real apenas tienen cabida. Si un mérito le cabe a “La red social”, narración del nacimiento de Facebook entre los jóvenes estudiantes de la elitista universidad de Harvard, es la importancia que da al azar y a esas miserias que siempre acompañan y juegan un papel nada desdeñable en la gestación de acontecimientos locales que al agrandarse acaban teniendo una gran repercusión social. Además sus protagonistas no son presentados como pioneros ni genios visionarios, sino como unos muchachos que, aunque ambiciosos, no dejan de sorprenderse de las dimensiones que su empresa va adquiriendo.

El guionista Aaron Sorkin ya nos había demostrado en “El ala oeste de la Casa Blanca” esta capacidad suya para mostrarnos la condición humana de los protagonistas de la Historia y para describir sus enredos, así como su habilidad para construir vertiginosos diálogos, más rápidos e ingeniosos que afinados. Pero también en esa serie quedaba clara su mirada autocomplaciente con aquellos que cortan el bacalao y este es el más serio inconveniente de “La red social”.

Aunque Sorkin proclame con grandilocuencia que “Si Shakespeare estuviera vivo hoy, habría escrito esta historia”, lo cierto es que comparar su guión con “Ricardo III” sólo puede provocarnos risa, porque los personajes de “La red social” carecen de la más mínima grandeza ni para el bien ni para el mal. Su calidad humana es mínima y su categoría como personajes más bien de saldo. Son unos descerebrados que sólo se distinguen de los clásicos “albóndigas” de instituto en que comienza a despertarse en ellos el afán de rapiña social (éxito y dinero) y un feroz instinto de competencia. Con semejante ralea no cabe tratamiento trágico alguno. Sólo cabe un enfoque crítico y mordaz ausente por completo en esta película demasiado aséptica y descriptiva que a lo más que llega es a decirnos que son universitarios corrientes, humanos, demasiado humanos.

Pero si de verdad este retrato de la muchachada de Harvard es realista es para echarse a temblar. Pensar que semejantes individuos tan mediocres, misóginos y miserables llegarán a ser millonarios y poderosos da miedo. Si esta es la clase dirigente que forja Harvard, apaga y vámonos. Veamos, como ejemplo, el caso del protagonista principal Mark Zuckerberg al que se supone deconstruye esta película. Se le presenta como un autista casi incapaz de sentir empatía por alguien, soberbio y acomplejado. Según Sorkin, el típico “nerd”, un brillante friky de la informática, pero en realidad Mark no tiene nada de brillante. Él no tiene la idea, la coge “prestada”, junto con el algoritmo, y se limita a desarrollarla con aplicación, pero sin inventar nada, pues Facebook fue una iniciativa innovadora en el mundo de la comunicación, pero no en el de la informática. Por lo demás, como bien sentencia su abogada, “no eres gilipollas, pero te esfuerzas demasiado en serlo”. Si el Mark real es como el de ficción no cabe esperar que la multinacional Facebook entienda alguna vez lo que es responsabilidad social o ética corporativa. Pues a este penoso individuo se le trata en el film con tal condescendencia y comprensión que hasta le acabas cogiendo cariño.

Todo es venial en “La red social” y el director David Fincher tampoco ayuda, pues es un realizador eficaz que ni empobrece ni realza los guiones que elige con muy buen gusto y en los que él no participa. El resultado es entonces una buena película que se ve con interés, pero a la que le falta el mordiente que sus autores no han sabido o querido ponerle.


3 comentarios:

  1. Interesante tu crítica, dado que no valoras tanto la película como casi todo el mundo hace. Coincido contigo en que es una buena película pero que le falta algo, y yo creo que se debe a que Fincher, fiel al estilo de sus últimas películas, evita adornar el relato con recursos que le aporten una mayor emoción.

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  2. Aseptica total. Yo no la catalogaria como una buena pelicula, aunque tampoco es mala. El dialogo inicial es como para irse del cine. Deja un regustillo de imbecilidad y como bien dice Vladimir acabas pensando: Si estos son los que manejan el mundo estamos apañados.

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  3. Pues si, apañados estamos, jejeje. A mi la peli si me gustó. No soy muy versada en cuestiones informáticas y al principio, cómo dice Eukeni, te suena a chino mandarín...pero la verdad es que me mantuvo pegada a la trama todo el tiempo. Quizá el prota no sea tan friki cómo le ponen, o quizá lo sea más...me da lo mismo, la verdad; pero lo que quedó claro-claro, es que, por lo visto, las afrentas, las traiciones y demás lindezas, si se saldan con buena pasta son menos. En fin. Un saludo. P.D.- Nada, que me estaba dándo una vueltecita por aquí. Hasta pronto y besos.

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